Consideran las adiciones “un error” y no el resultado de las negociaciones con sus aliados

Por Jesús López Segura

“El duende hizo sus travesuras”, dijo entre risitas el Presidente López Obrador esta mañana, mientras el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, trataba de explicar que el añadido al “Plan B” de la reforma electoral, donde los minipartidos salvan la pérdida del registro si no alcanzan el 3% de la votación general, entre otras prebendas monetarias, “constituye un error de traspapeleo”, y no una legítima adición de los diputados de Morena como producto de su negociación de última hora con sus pares de partidos aliados.

Todos sabemos que los diputados en México -y seguramente en el resto del planeta-, con honrosas excepciones, han mantenido a lo largo de la historia un perfil de obediencia ciega a los dictados del Ejecutivo en turno. Creíamos sinceramente en la palabra de López Obrador cuando nos aseguraba que con él las cosas serían distintas y por eso votamos por él. Pero amenazar a los diputados que osen modificar una iniciativa suya o no votar en su favor, reduce a los legisladores de Morena a la misma condición de borregos que sus antecesores con el vergonzoso añadido de considerarlos “traidores a la patria“.

“Le agregaron un párrafo, me comentó ayer el presidente de la Junta de Coordinación Política. Dijo que formaba parte de un documento de trabajo, una propuesta que sí habían presentado partidos políticos y, por un error, se les fue en el dictamen final, así fue aprobado”, reconocía Adán Augusto un tanto apenado por su falta de control sobre los legisladores de su partido, con cara de niño regañado por haber intentado robarse un dulce de la alacena.

López Hernández dijo que la noche de este jueves platicó con el presidente de la Jucopo del Senado, Ricardo Monreal, y con los presidentes de las comisiones a fin de regresar la minuta a la Cámara de Diputados para que ellos rectifiquen el error y se vote en la semana.