El Poder Judicial, encabezado por Ricardo Sodi, trata de lavarse las manos ante este escándalo internacional

Por Cony Citalán

La misma jueza que había sentenciado a Roxana Ruiz a 6 años y dos meses de prisión por haber matado, en legítima defensa propia, a su violador, tuvo que dar marcha atrás a esa sentencia que provocó un auténtico escándalo internacional, luego de que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó el pasado sábado que se desistiría de la acción penal en contra de Roxana.

“Se llegó a la determinación que la conducta realizada por la sentenciada durante los hechos que se le imputaron está exenta de responsabilidad penal, toda vez que esta Fiscalía considera que actuó en legítima defensa”, informó la dependencia en un comunicado.

“La Fiscalía refrenda su compromiso de investigar con eficacia, honradez, imparcialidad, objetividad, profesionalismo, con perspectiva de género y pleno respeto a los derechos humanos en todas las investigaciones”, abundó.

La controvertida jueza Mónica Palomino, autora de la sentencia y de la absolución, queda en entredicho, a pesar de la defensa que intenta hacer el también controversial titular del Poder Judicial mexiquense, Ricardo Sodi, quien declaró a los medios que “el asunto debe ser analizado por especialistas y no en declaraciones ante los medios de comunicación”.

“El fiscal está en su derecho (de desistirse del cargo), y la jueza no puede ir más allá de lo que pide el Ministerio Público. La sentencia que se dictó fue una petición del MP, quien acusó en principio un exceso en legítima defensa”, consideró Sodi.

Pero no se requiere ser especialista para saber que el Juez (en este caso la jueza) no está obligada a seguir al pie de la letra las recomendaciones del Ministerio Público y que se ve muy mal que luego de la advertencia del Presidente de la República, en el sentido de que otorgaría amnistía a la injustamente condenada víctima, luego de un proceso de encarcelamiento de 9 meses y una sentencia a todas luces injusta y misógina, la jueza en cuestión recule y determine una resolución exactamente contraria a la que había emitido horas antes, luego de la presión nacional e incluso internacional.

Ricardo Sodi concluye que la jueza Palomino actuó bien y que “la víctima es el muerto y los ofendidos sus familiares, ellos pueden apelar”.