Mientras el gobierno pregona primero los pobres, los banqueros celebran primero sus utilidades

En un país donde el gobierno presume gobernar para los pobres, los bancos privados se llevan, sin pudor, la mejor parte del festín económico. En sólo cuatro meses, entre enero y abril, los banqueros se embolsaron 100 mil 292 millones de pesos en ganancias netas, una cifra récord jamás vista para ese periodo.

Para ponerlo en perspectiva: esa montaña de billetes equivale a 1.4 veces el presupuesto anual del Poder Judicial. ¿Justicia? Sólo para los bancos.

Mientras la economía mexicana se arrastra con un raquítico crecimiento de 0.7%, las utilidades bancarias crecen a un ritmo cinco veces superior. Los bancos no sólo cobran intereses a niveles estratosféricos (613 mil 831 millones), sino que su margen financiero (la ganancia neta por cobrar más intereses de los que pagan) creció 3.9% respecto al año pasado.

Lo más jugoso del botín se reparte entre los de siempre: BBVA, Santander, Banorte, Banamex, HSBC, Scotiabank e Inbursa, que concentran el 74% de las utilidades. Son los mismos bancos que, si quiebran, arrastrarían al sistema financiero entero, pero que mientras tanto se enriquecen como si vivieran en Dinamarca.

La paradoja es brutal: el gobierno promete bienestar para los pobres mientras el sector financiero privatiza las ganancias y socializa los riesgos. Saben que la economía se enfría, por eso reservan más para enfrentar posibles pérdidas, pero no bajan las tasas, no alivian las deudas del pueblo, ni perdonan moras: el índice de morosidad también va en aumento.

¿Quiénes ganan en esta película? Los bancos. ¿Quiénes pierden? Los de siempre. En el país de “primero los pobres”, el gobierno de la 4té lloriquea casi a diario contra Ernesto Zedillo y el Fobaproa, pero no ha movido un dedo para remediar la situación.

Cuestionada esta mañana la Presidenta Sheinbaum sobre las acusaciones militares contra Felipe Calderón en el sentido de que estaba enterado de las trapacerías de Genaro García Luna, se limitó a contestar: “No nos vamos a meter en eso. El pueblo de México ya juzgó a Calderón“.

¿Tampoco se va a meter a obligar a los bancos beneficiados con el Fobaproa a que contribuyan a paliar el enorme daño que le provocaron al pueblo que los rescató?