Contra el discurso oficialista, urge a que se cuiden más los requisitos y el perfil de los aspirantes

AL GRANO. Por Jesús López Segura

La exsecretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, también exministra de la Corte y senadora, próximamente diputada federal plurinominal, advirtió que, con la Reforma Judicial planteada en la iniciativa de López Obrador, “malandrines” (término que el DRAE define como “maligno, perverso, bellaco y ladrón”), podrían irrumpir en los puestos elegibles del Poder Judicial.

A contracorriente del alineamiento ciego de las huestes morenistas con los designios de don Andrés, promovido en forma lastimosa por personajes como Mario Delgado, advirtió que “hay temas de profesionalismo, de experiencia, pero hay otros también importantes como la honestidad, la honorabilidad, de que no lleguen ahí ‘malandrines’ y que además tengan el privilegio de la carrera judicial”.

A ver si no la desafueran, o la enferman o la aplastan mediáticamente. Todo menos atender su muy razonable y valiente advertencia.