Ganó Trump y ganó la Reforma Judicial. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
México y el mundo se preparan para una reconfiguración drástica de sus paradigmas de gobierno
El mundo civilizado, como se conoce al conjunto de países que respetan sus leyes y que han logrado estándares de servicios públicos de excelencia en materia de Educación, Salud, Seguridad Pública y tantas otras acciones de gobierno que hacen posible una vida satisfactoria para sus habitantes, está colapsando por completo. Se está derrumbando porque las mayorías excluidas de esos beneficios –fuera de los países nórdicos– se ven cada vez más refractarias a dejarse controlar por la farsa de procesos de elección manipulados por profesionales de la llamada “democracia de mercado”, responsable de que candidatos francamente idiotas, sean expuestos como espléndidos productos de consumo.
En buena medida Donald Trump arrasó en la elección presidencial de ayer en Estados Unidos (lamentable prueba nacional de coeficiente intelectual) porque supo infundir entre los migrantes latinos (que significan decenas de millones de votos potenciales) la idea de que al controlar la frontera de manera salvaje, pero eficaz, va a impedir que millones de nuevos migrantes les disputen los cada vez más escasos puestos de trabajo, debido a la crisis económica terminal del imperio norteamericano, surgida a causa de la pandemia y del empuje geopolítico y geoeconómico brutal de la nueva gran potencia, China, curioso semillero de pandemias.
Kamala Harris, tan sonriente y civilizada, tan abierta a aprobar el aborto y la marihuana, tan libertaria típica de la contracultura hippie de los 60s, fue mal asesorada. Debió haberle asegurado a los migrantes que se controlaría la frontera en forma mucho más eficaz, humana e inteligente que con muros construidos con el cemento del odio, como fanfarroneaba el candidato del Ku Klux Klan. Ya luego podría haberse puesto los huaraches para entrar oliendo a pachuli a la Casa Blanca.
Los apocalípticos en México, es decir, los que miran este cataclismo de la civilización con horror, empatan con los beneficiarios del “estado de chueco” (AMLO dixit), nostálgicos del saqueo realizado en gran escala al amparo de un presunto “estado de derecho” que solo los protegía a ellos.
Para hacer un omelette se tienen que romper algunos huevos y eso es lo que está haciendo la 4té en nuestro país al politizar, “democratizar” dicen ellos, la justicia. Los críticos honestos, a diferencia de los que añoran el viejo orden neoliberal, estamos tan de acuerdo con la transformación, que quisiéramos imponerla con el menor número de huevos rotos y mantenerla lo más a salvo posible de los viejos y deleznables vicios de antaño –que a todas luces contaminan gravemente al movimiento–, desterrando el odio -como dice en su despedida José Mujíca, el expresidente uruguayo-, y preparando a las nuevas generaciones para los retos de la inteligencia artificial y la catástrofe climática.
LA LUCHA CONTINÚA POR UN MUNDO MEJOR: JOSÉ MUJÍCA
Por ello es imperativo apoyar a la mandataria formal Claudia Sheinbaum, quien está expuesta a sufrir un tremendo revés en esta orgía de desacatos –estertores del “estado de derecho” en su fase terminal–, porque no hay lugar a dudas de que ella no es la beneficiaria del golpe de estado simple y llano, expresado en la llamada “supremacía constitucional” –contra lo que escribe hoy mismo en su columna de El Financiero Raymundo Riva Palacio–, en realidad supremacía legislativa al servicio de ya todos saben quién.
Claudia está empecinada en enviar iniciativas que terminen con los “abrazos” de AMLO a la delincuencia, en ponerle dientes, pues, a la Secretaría de Seguridad que encabeza Omar García Harfuch, nada menos que el único punto de quiebre con el expresidente y ello la pone en la encrucijada de la rebelión.
López Obrador dijo que solo regresaría al poder si la misma Claudia se lo pedía “por circunstancias internacionales extraordinarias que lo ameritaran”. Donald Trump (su amigo, lo que no lo hace amigo en automático de Claudia, a la que ni siquiera conoce, como lo dejó muy claro) amenaza con imponer aranceles estratosféricos a productos provenientes de México si no se le asegura un control absoluto de la frontera, tanto en materia de migrantes, como de narcotráfico. He ahí una potencial circunstancia extraordinaria. Un pretexto perfectamente previsible hecho a la medida.