AMLO demuestra hoy, de nueva cuenta, que no le interesa lo que pasa en el país. Él, a lo suyo

Como si se tratara de un noticiario matutino cualquiera en el que los conductores reconocen que no tienen idea de lo que está ocurriendo en Acapulco, simplemente porque no hay luz, ni teléfonos, ni Internet, ni nada que pueda ayudarles a establecer comunicación con sus enviados, luego de que el más famoso centro turístico mexicano fue azotado, por primera vez en su historia, por un huracán (Otis) de categoría 5, el Presidente López Obrador se limitó a mencionar, en unos minutos al inicio de su Mañanera, exactamente lo mismo que habían estado manejando los noticiarios la noche anterior, para luego continuar con el show.

Hasta el momento de redactar este comentario, no se sabe hasta qué punto llegó la destrucción del puerto, puesto que, en pocas horas, el meteoro pasó de tormenta tropical a huracán de categoría 5, y azotó directamente al paradisiaco centro turístico mundialmente conocido, lo que dejó muy escasas probabilidades para el resguardo y la protección civil.

Esperemos que el daño real sea mínimo, pero la noticia, lo que nunca deberíamos olvidar, es que el Presidente de la República mexicana desdeñó por completo los recursos a su disposición para informar a la sociedad. Se apegó al guion de su conferencia de prensa matutina, en el sentido de ignorar casi por completo la tragedia en la que viven sus gobernados, trátese de agresiones del crimen organizado a comunidades enteras a las que tienen prácticamente secuestradas, o a un fenómeno catastrófico como el huracán Otis. Quizá le dio pena a don Andrés darle seguimiento públicamente el delicadísimo asunto, por haber cancelado los recursos del FONDEN.

Él, a lo suyo. A detractar a sus opositores en un ejercicio cotidiano de descarada delincuencia electoral, tolerada por el INE. A prodigarse autoelogios como el de ayer, en el que uno de esos reporteros lambiscones de medios tabasqueños, le dio pie preguntándole ¿cuál has sido su mayor satisfacción en los 5 años de gobierno? y don Andrés, con rostro y actitud de “personaje histórico”, alardeó haber sacado de la pobreza a millones de mexicanos, cuando el mérito de ese dato del INEGI se le debe conceder -todos los que no somos fanáticos del mandatario lo sabemos- a las generosas remesas que envían los migrantes.

Luego de la repasada diaria contra los ministros de la Corte, de la diatriba cotidiana contra sus adversarios conservadores y de darle por su lado a los dizque reporteros que le llevan toda clase de asuntitos menores, a los que invariablemente responde “lo vamos a atender” o “ya lo estamos atendiendo”, el Presidente reaccionó y cortó tempranamente la “conferencia”, ante las protestas del coro cortesano. “Es que tengo que atender lo de Guerrero“.