En realidad, iba a agredir a los trabajadores del poder judicial en paro. Amlo se ríe del incidente

El espectáculo mediático del “botellazo” a AMLO en Veracruz ha sido un festín de hipocresía política y excusas ridículas. Durante su conferencia matutina, el presidente se rio del incidente, diciendo que casi atrapaba la botella como si fuera un juego de béisbol. Mientras tanto, los trabajadores del Poder Judicial, quienes protestaban airadamente en Veracruz, se deslindaron rápidamente de la agresión, acusando a un miembro de Morena, Jorge Cedillo Guevara, de ser el verdadero responsable del lanzamiento.

Cedillo, en un intento patético de justificarse, confesó haber lanzado la botella, pero aseguró que su objetivo nunca fue agredir al presidente. Claro, su amor por AMLO es tan profundo que, por error, casi lo descalabra. Así, mientras López Obrador trivializa el asunto con humor improvisado y minimiza las críticas sobre su reforma al Poder Judicial, el caos político en su propio partido sigue creciendo.

Morena, que promete “abrazos, no balazos”, ahora parece más adepto a los botellazos, mientras la 4T se sumerge en el nepotismo descarado (al imponer al hijo del todavía presidente a controlar los procesos del partido) y la violencia que tanto criticaba.