jueves, septiembre 26

AMLO transfirió al Ejército, de manera subrepticia, 40% más de su presupuesto oficial

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A la militarización frenética se suman otros muchos factores que apuntan ¡a una dictadura!

LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

En los últimos cuatro años, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) recibió más de 232 mil millones de pesos mediante convenios de colaboración con otras dependencias, recursos que no figuran en su Cuenta Pública. Esta revelación de la Unidad de Investigación de Meganoticias (difundida por la revista Proceso) expone -de ser cierta- no solo el incremento desmedido del presupuesto militar bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador, sino también la preocupante falta de transparencia que acompaña estos traspasos.

Los datos expuestos son contundentes: el monto transferido representa el 40% del presupuesto total asignado a la Sedena en el Presupuesto de Egresos de la Federación. Este dinero, destinado a proyectos tan variados como la construcción de aeropuertos, carreteras y la administración de empresas, no es registrado de manera adecuada en las cuentas públicas, lo que impide que la Auditoría Superior de la Federación lo supervise de manera efectiva. Así, el control del gasto público se diluye en un esquema de opacidad.

Sedena a cargo de obra pública por indicación de AMLO

Sedena a cargo de obra pública por indicación de AMLO

La estrategia gubernamental es clara: concentrar poder en manos del Ejército, no solo como “garante de la seguridad” (lo que en la práctica ha derivado en desastre), sino también como constructor de infraestructura y ejecutor de programas sociales. En este contexto, la Sedena no solo recibe un presupuesto regular similar al que se asigna a tareas prioritarias como la Educación y la Salud, sino que también se ve beneficiada por recursos adicionales provenientes de otras dependencias, sin la supervisión adecuada. Esta falta de transparencia alimenta las críticas de aquellos que señalan la creciente militarización de funciones civiles bajo la administración de López Obrador.

AMLO militariza el país con la Sedena

AMLO militariza el país con la Sedena

Particularmente alarmante es el año 2022, cuando la Sedena recibió 187 mil millones de pesos adicionales, un 80% más de lo que originalmente le había sido asignado. Estas cifras no solo reflejan el poder financiero del Ejército, sino también la debilidad de los mecanismos de control que deberían garantizar el uso responsable de los recursos públicos.

El reportaje de Meganoticias subraya que este esquema de convenios interinstitucionales ha permitido al Ejército ejercer recursos sin que estos se reflejen en su Cuenta Pública. Al final del año, el dinero aparece en las cuentas de las dependencias que lo transfirieron (Banco del Bienestar, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, la Conagua y, destacadamente, Fonatur), pero es la Sedena quien lo ejecuta. Este vacío de rendición de cuentas plantea preguntas fundamentales sobre la responsabilidad en el manejo del gasto público y la creciente influencia del Ejército en áreas tradicionalmente reservadas para el ámbito civil.

Sedena a cargo del AIFA

Sedena a cargo del AIFA

Si a este fastuoso empoderamiento financiero de las fuerzas armadas mexicanas, obsequiado sin dar cuentas a la nación por parte del obradorismo, le sumamos los 130 mil elementos de la Guardia Nacional con todo y su enorme presupuesto e instalaciones, así como los permisos de portación de armas (como plantea su más reciente iniciativa para reformar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos) a trabajadores de PEMEX, CFE, Banxico y SAT, entre otros (¿los servidores de la nación?) y de pequeños propietarios y ejidatarios del campo mexicano, donde predominan las bases de seguidores fanáticos del obradorismo, completamos el perfil de un monumental ejército formado por huestes uniformadas y guardias civiles armadas capaces de sostener, contra viento y marea, cualquier proyecto de dictadura.

Comprender la forma en que la llamada 4té ha aprovechado estos primeros 6 años de gobierno para imponer, mediante elecciones de estado, un abrumador dominio en la mayoría de las gubernaturas, nos permite afirmar que el propósito evidente es establecer en México un dictadura de corte militarizado que se mantenga en el poder el tiempo suficiente para consolidar su modelo en forma definitiva, como lo han intentado casi todos los mandatarios “izquierdistas” (que ni siquiera lo son) en el resto del continente.

AMLO militariza a la Guardia Nacional

AMLO militariza a la Guardia Nacional

El hecho de que Andrés Manuel López Obrador haya dedicado la mayor parte de su tiempo como gobernante a detractar verbalmente, en forma muy virulenta por cierto, a sus críticos, incluyendo intelectuales ex orgánicos y periodistas independientes, para imponer una nueva camada (muy flaca por cierto) de nuevos intelectuales orgánicos como Epigmenio Ibarra, por ejemplo, y un estilo de hacer periodismo inspirado en personajes como Lord Molécula, termina de completar el cuadro de un aspirante, consciente o inconsciente, a dictador.

La imposición de una rémora suya como sustituta, porque reproduce textualmente todo lo que él plantea y obedece ciegamente las indicaciones para la conformación de su gabinete, pero también de su propio hijo en la tarea de organización del partido oficial y hegemónico, aunado a la obsesión por dominar el Poder Judicial mediante la argucia de politizarlo, así como desaparecer el juicio de amparo, las diputaciones plurinominales, e imponer la prisión preventiva oficiosa, perpetuando, por añadidura de escándalo, al fiscal de caricatura Gertz Florero, son indicios inequívocos que nos recuerdan la máxima de que si algo camina y grazna como pato… va que vuela para una tiranía.

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