En su mitin del domingo se mostró amistoso y ya no lo llamó “DeSantimonius” o “DeSanctus”

En un giro casi festivo durante su mitin de campaña en Nueva Hampshire el domingo, Donald Trump rompió con meses de críticas y burlas hacia su exrival republicano, Ron DeSantis, quien, horas antes, había puesto fin a su campaña presidencial y expresado su respaldo al expresidente.

En un tono inusualmente conciliador, Trump elogió a DeSantis al inicio de sus declaraciones: “Solo quiero agradecerle a Ron y felicitarlo por hacer un muy buen trabajo. Fue muy amable, y me dio su respaldo. Lo agradezco, y también estoy ansioso de trabajar con Ron”. Trump describió a DeSantis, inusitadamente, como “una persona realmente magnífica”.

El gesto marcó el final de una de las rivalidades más intensas de la campaña republicana de 2024, donde Trump, conocido por sus apodos sarcásticos, evitó referirse a DeSantis con los términos despectivos “DeSantimonius” o “DeSanctus“.

Horas antes, DeSantis anunció su retirada de la contienda a solo dos días de las primarias republicanas en Nueva Hampshire. Aunque Trump expresó su alegría por el respaldo, este no fue el respaldo más efusivo. DeSantis, en un video, reconoció que la mayoría de los votantes republicanos optaban por darle otra oportunidad a Trump, cumpliendo con su compromiso de respaldar al nominado republicano, pero sin añadir elogios al expresidente.

DeSantis aprovechó la ocasión para lanzar un ataque contra la única aspirante restante, Nikki Haley, considerándola como una representante de la “vieja guardia republicana de antaño”.

A pesar de la falta de elogios directos por parte de DeSantis, Trump pareció tomar el gesto con camaradería política, destacando la dificultad de la competencia. Los votantes, como Brenda Moneypenny, que esperó durante dos horas en el frío para ver a Trump, expresaron sus preferencias, destacando la confianza en Trump como una opción “probada y comprobada”, mientras señalaban la percepción de DeSantis como “demasiado engañoso”.

El retiro de DeSantis marca el fin de una etapa y la apertura de un nuevo capítulo en la dinámica política de la campaña republicana de 2024.