viernes, junio 13

“Alerta máxima” en La Ruana: pueblo sitiado por balaceras y ataques con drones

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Hermano de Hipólito Mora hace un dramático llamado a organismos internacionales

“Vivimos bajo el terror, tirados al suelo, refugiados en nuestras casas mientras el crimen organizado devora nuestra tierra”, denunció José Guadalupe Mora, hermano de Hipólito Mora, en un llamado desesperado dirigido a organismos internacionales.

La Ruana arde. Las ráfagas de metralla no cesan. Los zumbidos de drones cargados con explosivos sobrevuelan techos humildes, mientras hombres, mujeres y niños permanecen tirados en el suelo de sus viviendas, temiendo que cualquier movimiento sea el último. Así lo describió este miércoles José Guadalupe Mora Chávez, jefe de tenencia de esta comunidad de Buenavista, Michoacán, en un estremecedor “comunicado urgente” al que tituló como “alerta máxima”.

El hermano del fundador de las autodefensas —asesinado brutalmente hace casi dos años ante la indiferencia total del Presidente AMLO— rompió el cerco del silencio para denunciar que La Ruana se encuentra atrapada en una guerra sin cuartel entre grupos criminales que se disputan el territorio, mientras las autoridades “han desaparecido”.

“No hay gobierno. Ni estatal ni federal. Nos han abandonado a nuestra suerte, como lo hicieron el día que mataron a Hipólito. Hoy, nuevamente, La Ruana está sola”, reprochó.

Pero esta vez el señalamiento fue directo: “Especialmente preocupante es la omisión deliberada de la alcaldesa de Buenavista, militante de Morena, quien se ha refugiado en un silencio cómplice. Ni declaraciones, ni apoyo, ni presencia. Nada”.

El drama no termina ahí. Mora Chávez pidió ayuda a la comunidad internacional, a la ONU y a las organizaciones de derechos humanos: “Necesitamos ojos, necesitamos voces que cuenten lo que está ocurriendo aquí mientras los poderosos callan”.

En su llamado, el líder comunitario fue claro: “No pedimos favores. Exigimos que el Estado mexicano cumpla con su obligación constitucional de proteger a su pueblo. No queremos palabras: queremos acciones. Porque mientras ellos callan, nosotros morimos”.

 

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