Su socio en la cadena Upper, by Canelo Energy, es señalado en EU por lavar dinero del narco

Resulta que Saúl “Canelo” Álvarez, ídolo nacional, famosísimo campeón del ring y rostro de campañas millonarias, no sólo invierte en guantes, gimnasios y gasolina… sino también —según Reforma— en negocios turbios ligados al huachicol y al lavado de dinero del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Su socio empresarial en la cadena Upper, by Canelo Energy, no es otro que Eric Daniel Zamora Delgadillo, señalado en México por robo de combustible y en EE. UU. por lavar millones del narco.

Así como lo leen: Canelo Energy no sólo despacha combustible, también salpica corrupción. Zamora Delgadillo, flamante aliado del boxeador, ha sido vinculado con una red de empresas fachada como Ecocarburante y Agrícola Boreal, esta última incluida en la lista negra del Departamento del Tesoro de EE. UU. por actividades criminales y vínculos “sustentables” con el narcotráfico.

Pero no todo queda en el cuadrilátero financiero. En 2021, el alcalde de Movimiento Ciudadano en El Grullo, Jalisco, Milton Cárdenas, no cabía de orgullo al anunciar que su municipio trabajaba de la mano con “mi amigo personal” Zamora Delgadillo y el mismísimo Canelo. Lo que omitió decir es que estaban impulsando no sólo “esquemas de inversión”, sino vínculos con redes bajo investigación internacional.

Y la cosa no para ahí: Zamora también figura como apoderado de Impulsora de Productos Sustentables, una empresa investigada por vender gasolina robada y vinculada a José Isabel “El Choko” Murguía Santiago, hermano del exalcalde de Teuchitlán preso por su presunta implicación en los crímenes del Rancho Izaguirre. Para quienes aún dudan del alcance de esta red, “El Choko” es también dueño de Mefra Fletes, empresa salpicada por decomisos de huachicol en Tamaulipas y Baja California.

Y como en toda narconovela de lujo, no faltan los boletos de cortesía: “El Choko” ha sido visto acompañando a Eddy Reynoso, entrenador y amigo íntimo de Canelo, en las primeras filas de sus peleas en Estados Unidos. Un verdadero espectáculo… con aroma a combustible robado.

Así que mientras el campeón nos invita a creer en el esfuerzo, el sacrificio y la superación personal, sus negocios parecen seguir la vieja receta del éxito a la mexicana: contactos políticos, socios con expedientes criminales, y combustible ilícito como modelo de inversión.