sábado, noviembre 23

El ocaso del cacique texcocano Higinio Martínez. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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Diputados mexiquenses ante una disyuntiva: lealtad al Presidente López, o al senador Martínez

Como cubetazo de agua fría le debe haber caído al grupo hegemónico de Morena en la entidad (GAP) el nombramiento, desde la dirigencia nacional de ese partido, del destacadísimo dirigente de Los Puros en el Estado de México, Daniel Serrano Palacios, como representante del partido de Andrés Manuel López Obrador en el IEEM, organismo que vivió la pena reciente de perder a su consejero presidente a manos de la infame pandemia que nos azota a todos, excepto al despreocupado vacacionista López-Gatell.

Daniel -quien ya ocupó anteriormente esa posición- ha demostrado sin lugar a dudas tener una gran capacidad de concertación política con todas las corrientes ideológicas que navegan con la bandera del obradorismo, aunque ha sido, al mismo tiempo, un firme defensor de la honestidad y apego a los principios que no siempre respeta el grupo hegemónico que domina cada vez menos el senador Higinio Martínez, gran dedo elector del morenismo mexiquense hasta que se distanció del Presidente por oponerse abiertamente a la cancelación del proyecto aeroportuario de Texcoco.

Hoy tendría que empezar a resolverse, en el periodo extraordinario, el desafío que el senador Martínez le impuso a la Legislatura local de oponerse a aprobar el presupuesto de la entidad y regatearle al Gobernador Del Mazo el préstamo que solicita por 13 mil 500 millones de pesos como una forma de capitalizar los proyectos prioritarios que mucho interesan al Gobierno de la República, tanto que don Andrés Manuel pidió a la propia secretaria de Gobernación y a un personero del secretario de Hacienda negociar telefónicamente con los diputados locales, dirigidos formalmente por Maurilio Hernández, pero sojuzgados por el senador Martínez.

La negociación -que podría durar todo el mes de enero, por lo que el gober Del Mazo “extendió” el gasto corriente del 2020 hasta finales del mes, acción prevista en el artículo 61 de la Constitución local-, ya aportó su primera componenda con el GAPismo (contracción de gatopardismo) texcocano, con el sorprendente nombramiento de la nueva titular de la SEP, aunque, por el relativo alejamiento de Delfina Gómez respecto del grupo que la encumbró como candidata a gobernadora, podría interpretarse justamente lo contario, es decir, que López Obrador nombró a #Lady Nadien, como una forma de demostrarle a Higinio que sus berrinches legislativos no lo llevarán sino a una alejamiento cada vez más irreversible del poder presidencial.

“El morenismo vive una descomposición evidente -dice don Julio Hernández López ya de regreso en su columna de La Jornada-. Su mando formal, Mario Delgado, operador inexperto en cuanto a los laberintos de la izquierda, obedece al proyecto futurista de Marcelo Ebrard (con Ricardo Monreal como aliado táctico), es decir, de una escuela de pensamiento y acción políticas desarrollada por Manuel Camacho Solís como compañero intelectual y operativo de Carlos Salinas de Gortari“.

Mario Delgado teje para la facción, no para el proyecto general, y ha generado múltiples divisiones y enconos que ni siquiera son lo peor, como sí lo es el entregar el poder de la esperanza de cambio a grupos y personajes sin fuerza ni convicciones reales para sustentar y defender ese cambio: gatopardismo sistémico, con Pinocho como santo patrono, discursos y propuestas encendidas que se hunden en la aplicación práctica, en los nombres y apellidos de los candidatos reales y sus componendas”.

Ese dilema que plantea para todo el país don Julio, con la claridad que le caracteriza, se traduce para el Estado de México en la confrontación simple y llana del GAP -aliado con el Gobernador Del Mazo y los grupos caciquiles más retrógradas de la entidad, como los encabezados por Efrén Tiburcio Rojas Dávila e Isidro Pastor– con el grupo de leales al obradorismo que encabeza, contra viento y marea, Daniel Serrano.

Los diputados locales del Estado de México están ante una disyuntiva que les puede resultar carísima: refrendar su lealtad al Presidente o dejarse utilizar por el senador. Si optan por lo primero, aprobarán el presupuesto de egresos con el endeudamiento solicitado por el mandatario estatal para que éste cumpla sus compromisos con López Obrador, sobre todo los relacionados con las vías de comunicación del aeropuerto de Santa Lucía.

Si optan nuevamente -como lo ha venido haciendo- por dejarse avasallar por Higinio -y su instrumento operativo Maurilio– para presionar a ambos mandatarios (Del Mazo y López Obrador) y lograr así la facultad de imponer a sus candidatos en el proceso en puerta, Don Andrés y Mario Delgado -aliado arrepentido del GAP– les dejarán sentir -como ya han venido haciéndolo- la machuchona en todo su esplendor salvaje. Al Tiempo..

CON INFORMACIÓN DE:

La Jornada.- https://www.jornada.com.mx/2021/01/04/opinion/008o1pol

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