jueves, noviembre 21

Desaira Del Mazo a “Alito” y a la nueva delgada del CEN del PRI en el Edomex. Por Jesús López

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Graves síntomas de descomposición en el priismo mexiquense. Cada cacique jala por su lado


LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

 

En los tiempos del priismo hegemónico que cuando no ganaba, arrebataba, era impensable un acto de presunta “unidad” sin la presencia del gobernador, por antonomasia “el primer priista de la entidad”. Lo de ayer fue una farándula mal dirigida, llena de inercias descompuestas e incongruentes que intentaron emular los imperiales boatos partidistas de un pasado imposible de revivir.

En vísperas del desenlace de lo que se perfila como la debacle terminal del priismo nacional, el ambiente político se descompone rápidamente. El intento de asesinato de Ciro Gómez Leyva -uno de los PRIncipales caciques del modelo televisivo neoliberal, con profundas raíces en la política mexiquense- coincide con un evento “de unidad” que el propio gobernador Alfredo del Mazo Maza se encargó de sabotear, con su simple ausencia, para dejar en claro -por si todavía existía alguna duda- que las diferencias entre el priismo nacional y el estatal son, simplemente, irreconciliables.

Quien haya perpetrado el ataque contra Gómez Leyva es, con toda probabilidad, un adversario político del muy mal asesorado Presidente, para sembrar en el ánimo de la gente la idea de que, con sus críticas cotidianas a la prensa fifí (de la cual Ciro es uno de sus más conspicuos representantes) don Andrés genera un ambiente tóxico que puede provocar desenlaces fatales paras los comunicadores. El mecanismo fallido de protección a periodistas, encabezado por el no menos fallido Alejandro Encinas, es otra muestra que la mala leche puede aprovechar para culpar a un mandatario lengua floja, sí, pero incapaz de tomar una sola acción concreta para sacar de la jugada a periodistas incómodos, salvo restringirles o negarles el financiamiento oficial.

Las casualidades no tienen cabida en el análisis político. El rostro de molestia de Ana Lilia Herrera Anzaldo en el evento que pretendía ser el gran acto de reconciliación con su amiga Alejandra del Moral, es más que elocuente. La prensa oficialista había comentado que la reunión extraordinaria del Consejo Político contaría con la presencia del Gobernador. Se pretendía lograr la ansiada foto de apapacho mutuo entre Alito y Del Mazo, dando marco al de Ana Lilia y Alejandra, con todos los exgobernadores presentes en el acto. Pero Del Mazo decidió, de última hora, emular a Juan Zepeda cuando les dijo a los prianperredistas mexiquenses: “Si saben contar, no cuenten conmigo”.

Según algunas crónicas de la prensa, el único exgobernador presente fue Montiel, sentado al lado de la nueva delegada Herrera, una mujer talentosa que no se decidió finalmente a poner su bien ganado prestigio -como una política congruente con sus ideales y electoralmente invicta-, a asumir un liderazgo que intentara recuperar la credibilidad de un instituto político brutalmente desprestigiado por el saqueo peñista, la indolencia delmacista color de rosa y las increíbles revelaciones sobre la rampante corrupción de Alejandro Moreno.

Si como dijo sin desparpajo Enrique Vargas, “lo importante es impedir que llegue Morena al poder en el Estado de México“, la única vía era con un candidato o candidata antisistémico (a) que reconociera los errores del priismo conservador que sepultó durante 3 décadas a sus correligionarios internos de la corriente nacionalista revolucionaria (que en su mayoría emigraron al PRD y luego a Morena) y finiquitaron así la dictadura perfecta de más de 70 años.

Ésa era su única oportunidad, porque el electorado está cansado de ellos, pero también de las incongruencias de don Andrés, como la militarización en todos los ámbitos de la vida nacional, el mesianismo pseudorreligioso convertido en una fanatismo político irracional, el uso de recursos públicos de la Mañanera para una campaña permanente contra sus adversarios políticos, asociado con compulsivos intentos de desmantelar al INE, la prevalencia del dedazo, los índices indomables y crecientes de inseguridad, las promesas falsas de trabajar por un sistema nórdico de salud mientras las instituciones oficiales del ramo naufragan en la desgracia, y un larguísimo etcétera que incluye los brutales asesinatos de mujeres, periodistas y defensores de derechos humanos, mientras la Guardia Nacional es sorprendida cada vez más en actos de barbarie y atrocidades ignorados por completo en la Mañanera.

Todos los mexicanos, afiliados o no a los diferentes partidos políticos, deseamos que las cosas cambien para mejorar. Todos excepto los que se benefician con el statu quo. Y todos quisiéramos también que los partidos que tienen probabilidades de ganar la gubernatura del Estado de México propusieran candidatos y candidatas capaces de llevar adelante tales propósitos, sin importar quién las abandere. Ojalá Delfina Gómez o Alejandra del Moral, empezaran a mostrarnos que tienen el tamaño para hacerlo, independientemente del dedazo que las impuso y de los intereses políticos de largo plazo de sus respectivos patrocinadores.

Tampoco en el morenismo mexiquense puede hablarse de que haya una gran unidad en torno a la todavía precandidata. Aún pueden ocurrir muchas cosas en un ambiente tan enrarecido en el que cada líder, cada cacique, cada organización política parece jalar por su lado. Por lo pronto, ya asomó la cabeza Juan Zepeda y ratificó, en entrevista con la imprescindible reportera Violeta Huerta, de El Sol de Toluca, que Movimiento Ciudadano competirá solo en la elección por la gubernatura mexiquense del 2023 y buscará ganar a Morena y a la alianza PAN, PRI, PRD.

“Afirmó que respeta mucho al PAN y al PRD, pero esas fuerzas decidieron aliarse con el PRI, y en MC no coinciden con eso porque mucho de lo que se padece en el país actualmente es por el tricolor, pero además, el Revolucionario Institucional ha apoyado a Morena en temas como mantener a las fuerzas armadas en las calles.

De manera reiterada han acreditado en la vía de los hechos su inconsistencia y su falta de determinación para enfrentar a Morena como opción política, y ahí están los casos de la claudicación del PRI como opción política en Sonora, Oaxaca, Hidalgo, donde evidentemente entregaron la elección y la ilusión de muchos militantes priistas.

Cada vez acreditan más su colaboración con el gobierno en turno, y Movimiento Ciudadano ante esas inconsistencias, ante esa falta de decisión y claridad, prefiere generar una alternativa distinta de uno y otro bloque, precisó.

La decisión de ir solos es tajante y fue colectiva en su máximo órgano que es la Convención Nacional Democrática.

Juan Zepeda anticipó que vendrán críticas por esa decisión, pero sostuvo que las enfrentarán con la verdad, pues MC, señaló, es el único que ha acreditado una y otra vez que ha sido un contrapeso y ha votado en contra de las reformas que implican retrocesos propuestas por Morena. Sostuvo que no tienen el discurso de que van solos para encarecer el acuerdo; sino porque así es y mostrarán que desde la congruencia y la dignidad se puede ganar”.

He ahí, a mi modesto entender, el perfil inicial de una narrativa que presagia un eventual éxito electoral, independientemente de que tal narrativa, tan convincente, sea realmente sentida por quien la expone, o una simple treta del mercenarismo político imperante en nuestros días. Ya veremos.

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