AMLO pide a Paredes no declinar por Gálvez: “Beatriz, aguanta, el pueblo se levanta!”, ja ja ja

“Eso ya está planchado”, dijo esta mañana el presidente López Obrador al reiterar, por enésima vez, que los machuchones del Frente terminarán imponiendo a Xóchitl Gálvez como la candidata opositora a la Presidencia de la República.

Y sí, serán las burocracias partidistas las que terminen tomando decisiones completamente antidemocráticas, pero justificadas demoscópicamente, incluido Morena, a menos que haya una rebelión al interior de los partidos que termine poniendo a las dirigencias de la partidocracia mexicana en su lugar, como al parecer ya se atrevió a iniciar el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.

Por lo pronto, antes de la puesta en escena anunciada por Alito para este día, donde se presume aplicará manita de puerco a Beatriz Paredes para que decline, al estilo de Santiago Cree-él, la posibilidad de que Paredes ceda su lugar a Xóchitl Gálvez ha generado inquietudes en una facción del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que advierte que poner fin anticipadamente al proceso “perjudicaría gravemente las perspectivas futuras de la candidata ganadora”.

Dulce María Sauri Riancho, portavoz del “Frente Amplio de Renovación” (¿contra la Transformación, o sea FART?), compuesto por exgobernadores y exlegisladores priistas, destacó la preocupación en torno a la entrega que planea Alito de la cabeza de su candidata a cambio de algo que subyace en el imaginario de la traición, igualito que las suspicacias de Enrique Alfaro cuando dice que no entiende al dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.

Y sí, definitivamente no se entiende cuál fue el motivo por el que Dante, y el dirigente local del Estado de México, Juan Zepeda, decidieron dejarle el camino libre a Morena para el reciente triunfo electoral en esa importante entidad, donde lo que queda del Grupo Atlacomulco tampoco entiende por qué “el primer priista”, Alfredo del Mazo, se hizo a un lado abandonando a la candidata que él mismo había impuesto mediante un nada discreto dedazo.

Enrique Alfaro dice no entender por qué Dante se muestra tan compulsivamente renuente a sumar fuerzas con el Frente para sacar a Morena de la Presidencia, aunque en este caso el senador veracruzano fue muy didáctico al exponer 10 puntos cruciales para justificar su actitud, por lo demás muy difíciles de rebatir.

Nadie parece entender tampoco por qué Alito traiciona a Beatriz cuando la tlaxcalteca estaba a punto de demostrar en las urnas que el crecimiento exponencial de la hidalguense podría ser un fenómeno efímero, como todo lo que se sostiene no con una larga trayectoria política irreprochable, sino como producto de la publicidad, en el caso de Xóchitl, gratuitamente obsequiada por el lenguaraz presidente López Obrador.

Y nada de esto se va a entender hasta que los cuadros relevantes de los partidos se decidan a abandonar la disciplina castrense y se rebelen contra las decisiones absurdas, obscuras, autoritarias y generalmente corruptas de sus dirigentes, lo que en su conjunto configura la “partidocracia mexicana”, uno de los principales obstáculos para el florecimiento anhelado de la auténtica democracia.