Cuatro gobiernos colindantes se organizan para combatir la delincuencia compartida

En un gesto que se pretende de unidad y compromiso ante la creciente violencia en la región de Tierra Caliente, las gobernadoras y gobernadores Delfina Gómez Álvarez del Estado de México, Evelyn Salgado de Guerrero, Cuauhtémoc Blanco de Morelos y Alfredo Bedolla de Michoacán, se congregaron en una reunión privada en la ciudad de Toluca este martes. En el cónclave, las y los mandatarios acordaron la creación del Centro Coordinador de Operaciones Interestatales, destinado a abordar de manera conjunta la situación de inseguridad que impera en la zona limítrofe de sus entidades.

Con la región de Tierra Caliente como epicentro de la problemática, caracterizada por la presencia predominante del grupo delictivo ‘La Familia Michoacana’, las gobernadoras y gobernadores acordaron medidas para revertir la escalada de violencia. La estrategia propuesta implica una intensificación de la seguridad, así como la consolidación de operativos conjuntos y labores de inteligencia que permitan contrarrestar la influencia del crimen organizado en la región.

El eje central de este nuevo esfuerzo será la creación del Centro Coordinador de Operaciones Interestatales, cuyo liderazgo recaerá en la Secretaría de la Defensa Nacional. Este organismo contará con la participación activa de las secretarías de seguridad de cada estado, las fiscalías estatales y la Guardia Nacional, conformando así un frente unificado contra la delincuencia en Tierra Caliente.

Según un comunicado emitido por el gobierno mexiquense, el propósito fundamental de este Centro y de la estrategia integral que lo respalda será restaurar la paz en una región que ha sufrido años de violencia, provocando desplazamientos de comunidades, especialmente en Guerrero.

La iniciativa de la reunión fue liderada por la gobernadora Delfina Gómez, quien enfatizó que la instalación de esta mesa de construcción de paz interestatal, la primera a nivel nacional, tiene como objetivo optimizar la lucha contra los grupos delincuenciales mediante la coordinación y el fortalecimiento de las capacidades de comunicación e inteligencia.

Entre las acciones acordadas se destaca el “blindaje contra la delincuencia organizada”, el aumento significativo de la seguridad en carreteras, medidas para combatir la extorsión y un reforzamiento en la vigilancia contra la tala ilegal.

Evelyn Salgado no desperdició la oportunidad de lucirse con este acuerdo en la Mañanera celebrada hoy en Acapulco, mientras varios medios de comunicación resaltan el boletín mexiquense respectivo.

Suena bien la iniciativa, pero al quedar en manos de los militares el mando operativo, no deja de crearse la impresión de que, como muchas acciones similares en los pasados 17 años, desde que Calderón decretó la guerra contra el narco, esta estrategia estará condenada a la simulación burocrática y a la simbiosis de autoridades con criminales, fenómeno que termina por dejar al pueblo desamparado, como siempre, y ante la fatal disyuntiva de idear mecanismos para la autodefensa.