Contrasta este supuesto respeto a la soberanía con su intervención en Perú y Ecuador, por ejemplo

El presidente Andrés Manuel López Obrador y la virtual mandataria electa, Claudia Sheinbaum Pardo, manifestaron una fuerte condena al intervencionismo extranjero en los recientes comicios venezolanos, criticando tanto a organismos internacionales como a otros estados.

En su habitual conferencia matutina, López Obrador arremetió contra la Organización de Estados Americanos (OEA), señalando que su injerencia en la elección presidencial de Venezuela, realizada el pasado domingo, no hace más que ratificar su falta de credibilidad en el continente. “¿Con qué fundamento la OEA sostiene que ganó el otro candidato?”, cuestionó el Presidente, calificando a la organización como un apéndice de una facción que no es democrática ni autónoma. “Es necesario reformarla porque ya no sirve de nada y sólo agrava los problemas regionales”, añadió.

Sin mencionar a países específicos, López Obrador criticó la intervención extranjera en los asuntos internos de Venezuela. “¿Hay un gobierno del mundo o una confederación de gobiernos que decide qué es bueno, qué es malo, quién es demócrata y quién no?”, se preguntó, subrayando la importancia de la autodeterminación de los pueblos. “¿No es cada país independiente y libre?”, inquirió retóricamente, olvidando su propio grosero injerencismo en asuntos internos de países como Ecuador y Perú, por citar dos ejemplos.

Violencia en Venezuela

Por su parte, Claudia Sheinbaum Pardo expresó su rechazo al intervencionismo, defendiendo la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano. Consultada sobre los resultados electorales, la próxima presidenta mexicana abogó por la transparencia y la espera del resultado final del cómputo. Ante las denuncias de la oposición venezolana tras el triunfo otorgado por el Consejo Nacional Electoral a Nicolás Maduro, Sheinbaum enfatizó la importancia de transparentar los resultados para evitar confusiones, recordando “experiencias pasadas en México“, cuando ella misma arrastra serios cuestionamientos sobre su reciente elección.

Durante una conferencia en su casa de transición, Sheinbaum hizo un llamado a esperar la conclusión del conteo de votos y cuestionó la premura del comunicado de la OEA. “Hay que esperar, ¿no? Esperemos que no haya violencia en ese país”, manifestó, cuando ya la violencia está desatada con 13 muertos y más de 700 detenidos.

Ante los cuestionamientos al proceso venezolano formulados por el presidente de Brasil, aliado del chavismo, Lula da Silva, el minieditorial del oficialista diario mexicano La Jornada reza:

“Rayuela

Y ahora, ¿qué mosca le picó a Lula? …”

Mientras el columnista José Antonios Crespo plantea en El Universal:

“En México, sabemos que muchos morenistas (si no es que todos) son bolivarianos y por su puesto avalan el magno fraude de Maduro. Eso expone con claridad lo que son: antidemócratas, prodictaduras, aunque no lo reconozcan.

El problema es que en México estamos caminando por esa misma ruta. La situación actual me recuerda la que vislumbré en los años 2000 en Venezuela: una oposición debilitada que permite que Morena se consolide como una dictadura: sí, como la de Maduro (al margen de las diferencias económicas que evidentemente hay entre ambos países). Si se confirma la mayoría calificada de Morena, muchos ya no veremos su caída, ni un nuevo intento democrático”.