Continuaremos con la estrategia nacional de Seguridad que inició AMLO: García Harfuch

Con todo y las suspensiones interpuestas por jueces y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) prepara la revisión de la reforma judicial, el gobierno federal, en abierto acuerdo con el Poder Legislativo y con el INE, se dispone a instrumentar la primera elección de jueces, magistrados y ministros en la historia de México, programada para el próximo 1 de junio de 2025, incluso ante la advertencia de jueces a los consejeros del INE que el desacato podría llevarlos a la cárcel.

El argumento para que la Presidenta Sheinbaum repita a diario que “la Reforma Judicial va” pésele a quien le pese y háganle como quieran, postura que delinea un perfil preocupantemente autoritario, radica en su percepción –sincera o no, equivocada o correcta– de que la mayoría del pueblo de México votó por esa agenda explícita de campaña por la presidencia. Es un mandato popular que 8 ministros no pueden detener, alega la mandataria con la seguridad de quien cree tener los pelos de la burra democrática en la mano.

Sheinbaum dice que la reforma judicial va

Sin embargo, el argumento es muy endeble, porque incluso en el remotísimo caso de que los votantes de Morena hubieran sido instigados desde la Mañanera de AMLO para votar por la restauración de la esclavitud, o la pena de muerte en juicios sumarios, o cualquier otra aberración (como la de continuar con la desastrosa política de abrazar a la delincuencia), existe una Suprema Corte de Justicia y multitud de acuerdos internacionales que hubieran impedido que tales promesas de campaña se llevaran a la práctica, por mucho que huestes mayoritarias y babeantes de analfabetas funcionales clamaran por quemar vivas a mujeres acusadas de brujas, por ejemplo.

La elección de jueces en los niveles que pretende la Reforma no se ha llevado a cabo en ninguna parte del mundo, excepto en algunas regiones limitadas de los Estados Unidos y en Bolivia, donde ya no saben cómo revertirla. Aunque ese hecho haga sentir a sus promotores en México como muy originales y creativos, la realidad es que nadie en su sano juicio puede concebir un plan tan absurdo, pues lo único que garantiza es que, bajo el predominio absoluto de la democracia de mercado, los abogados de los narcos y de los delincuentes de cuello blanco, perfilados por la burocracia morenista, serán los que tomen el control del Poder Judicial. Y no hay poder humano, ni de aquí ni desde el extranjero, que les haga cambiar de idea. Por eso es tan necesario el equilibrio de poderes.

SCJN

Entre los morenistas hay mucha gente inteligente y bien intencionada. No hay duda. Entonces, ¿por qué respaldan reformas tan descabelladas y obvísimamente regresivas como ésa, entre otras como la de militarizar la Seguridad Pública o desaparecer las diputaciones plurinominales?

Para tratar de responder preguntas tan elementales y, al mismo tiempo, trascendentes, hay que adentrarse en el libro “Psicología de Masas del Fascismo“, de Wilhelm Reich, el discípulo más radical de Sigmund Freud. En mi caso, que de joven era adicto a leer la obra de Erich Fromm, sobre todo “El Arte de Amar” (fusil castrado de “La Función del Orgasmo” de Reich) y “El Miedo a la libertad“(versión descafeinada de “Psicología de Masas del Fascismo“), ayer me ocurrió un fenómeno que parece repetirse en los últimos meses. Fui agredido gratuitamente por un hombre y su mujer, en la calle, sin haber dado ningún motivo.

AMLO se dedicó un promedio de 3 horas diarias durante 6 largos años a convencer a los mexicanos pobres de que los clasemedieros “aspiracionistas” somos prácticamente los responsables de su pobreza. No “el Licenciado Peña Nieto” a quien considera un demócrata. No patrones que les pagan una miseria mientras se enriquecen a sus costillas. No. Los clasemedieros relativamente ilustrados que nos atrevimos a criticar al presidente, somos sus chivos expiatorios.

AMLO envenenó a los pobres contra la clase media

Hitler, quien junto con Stalin son los modelos más acabados de fascismo, logró convencer a las masas de alemanes en su tiempo que los judíos eran los responsables de todos los males que aquejaban a su raza “pura y superior“. Ésa es la clave del liderazgo fascista, convencer a masas frustradas emocionalmente de que hay un culpable irracional de su sufrimiento, mediante verdades a medias y mentiras descaradas que remueven las profundidades de su inconsciente.

Los judíos, así, eran agredidos en las calles y quemados sus negocios, antes de que, ya encarrerado el fascismo (que no es otra cosa que buscar chivos expiatorios para “aliviar” la frustración interior, masivamente), no tenían empacho en sacrificarlos en hornos crematorios sin ningún remordimiento.

Hitler y el fascismo

A la pareja de ancianos de apariencia humilde que de manera incomprensible me insultó ayer, le agradezco mucho haberme ayudado a confirmar la situación actual que se vive en México: la 4té nos hace sentir a los clasemedieros escolarizados como judíos en la Alemania Nazi.

Y encima todavía tienen el descaro de calificarnos de “racistas” y “clasistas“.

Con el tiempo, Claudia Sheinbaum irá poco a poco entrando en razón, pues ella y su familia pertenecen a la clase media ilustrada de nuestro país, satanizada por el obradorismo. Esa es la esperanza para la reconciliación nacional.