Trump vuelve al ataque: amenaza a Sheinbaum con aranceles crecientes a todos los productos
El ultimátum tiene por objeto que México despliegue un ejército en su frontera con Guatemala
Al parecer, Donald Trump aún no se cansa de usar a México como su blanco favorito para mostrar su “firmeza” en política exterior. Ahora, el candidato republicano asegura que, si gana las elecciones, su primera llamada será para Claudia Sheinbaum, quien tendrá el “privilegio” de recibir un ultimátum: frenar la “avalancha” de criminales y drogas que —según él— inundan a Estados Unidos, o enfrentar un arancel del 25% sobre todos los productos mexicanos. Y si eso no basta, promete incrementarlo periódicamente hasta que México despliegue sus tropas… en la frontera sur, claro, porque la frontera de EE. UU. está reservada para su muro.
Aclamado por sus seguidores en Carolina del Norte, Trump afirma que esta “invasión” solo se detendrá con barreras arancelarias y una frontera completamente sellada, ya que —como él lo ve— México “nos estafa” como socio comercial, aprovechando sus exportaciones para “tomar control” del país. Incluso se atrevió a afirmar que, en su mandato anterior, México envió 28 mil tropas a la frontera “por cortesía” y “sin costo,” pues no querían arriesgar sus ganancias en exportaciones de autos hacia el norte.
En la misma línea, Trump también promete que, si gana, ningún auto fabricado en México se venderá en EE. UU., asegurando que impondrá aranceles del “100, 200, o incluso 2,000%” a todo lo que cruce la frontera. Su lógica es infalible: nada dice “seguridad fronteriza” como destruir el comercio bilateral más grande de la región, un intercambio que alcanzó los 426,000 millones de dólares el año pasado.
Y, por supuesto, todo esto va acompañado de su retórica xenófoba de siempre: criminales, terroristas y “locos” (porque la diplomacia también necesita adjetivos sensacionalistas) que, según él, aprovechan la “política de fronteras abiertas” de sus contrincantes demócratas para inundar Estados Unidos. Así, Trump pretende revivir su vieja táctica de amenazas económicas mientras afirma que protegerá a EE. UU. de su “vecino invasor,” dejando claro que su retórica anti-México está tan viva como en 2015.