Entre los nombramientos destaca Leonardo Cornejo, quien estuvo vinculado al caso Odebrecht

Rocío Nahle asumió la gubernatura de Veracruz con una estrategia clara: seguir el guion centralista y militarista del gobierno federal. Su gabinete es una mezcla de perfiles ligados a Morena, militares en seguridad y funcionarios federales, muchos sin raíces veracruzanas. En resumen: Veracruz en manos externas.

La seguridad militarizada como eje

Nahle cedió la seguridad estatal a la Marina, confiando el mando a Alfonso Reyes Garcés, un contralmirante con formación en estrategia y seguridad nacional. Esta decisión refuerza la creciente militarización del país, dejando entrever la desconfianza hacia las capacidades civiles locales. Por si fuera poco, más mandos navales ocuparán cargos clave, consolidando la visión de que la seguridad en Veracruz necesita disciplina castrense, como si eso fuera sinónimo de eficacia.

Infraestructura: entre escándalos y aceleración

Leonardo Cornejo, corresponsable de Dos Bocas y vinculado al escándalo Odebrecht, será el encargado de Infraestructura. Aunque exonerado en el pasado, su historial lo precede. Nahle lo defiende con fervor: busca “ejecuciones aceleradas”, dejando entrever que los resultados importan más que las sombras éticas.

Leonardo Cornejo, corresponsable de Dos Bocas y vinculado al escándalo Odebrecht, será el encargado de Infraestructura en Veracruz

Dispensas y centralización: ¿eficiencia o poder absoluto?

Para armar su equipo, el Congreso estatal tuvo que aprobar dispensas de ley para nombrar a varios no veracruzanos. Además, Nahle anunció una propuesta para centralizar las obras públicas en la Secretaría de Infraestructura, quintuplicando su presupuesto. La promesa de “eficiencia y transparencia” parece más una forma de concentrar recursos y decisiones en un solo lugar.

Un gabinete de hombres… y mensajes feministas

Aunque Nahle asegura que su llegada al poder es un triunfo ideológico contra el machismo, su gabinete principal tiene diez hombres y solo siete mujeres. Su discurso de “llegamos todas” parece más un eco retórico de Claudia Sheinbaum que una realidad tangible en su administración.

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Veracruz, el botín político

Con aliados políticos de confianza, empresarios como Ricardo Ahued y funcionarios federales en puestos clave, Nahle parece más interesada en consolidar un círculo de lealtad que en empoderar al talento local. La designación de perfiles ligados a la 4T refuerza la percepción de que Veracruz será administrado como una extensión del proyecto presidencial.

¿Avance o retroceso?

Rocío Nahle promete modernización y progreso, pero su gabinete refleja continuidad con el modelo centralista de López Obrador. Militarización, centralización y perfiles cuestionados marcan un inicio que prioriza control político sobre soluciones locales. La “nueva era” para Veracruz parece más una extensión del pasado reciente.