viernes, junio 13

¿Qué tuvo que ceder la Presidenta Sheinbaum? LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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De repente, la pandilla de halcones de Trump, parece cambiar su narrativa

Ahora resulta que la mentadísima “Lista Marco” no existe. Que Reuters les mintió a sus mil millones de seguidores en todo el mundo. Que Donald no está interesado en que Claudia le entregue a los narcopolíticos responsables de la masacre del fentanilo en Estados Unidos. Que la Presidenta de México puede compaginar su discurso soberanista, no injerencista y más enfocado en la cooperación que en la subordinación, con sus reiteradas declaraciones -claramente injerencistas- de que México no está de acuerdo con las redadas.

Es como si Trump exclamara que él no está de acuerdo con que se les entreguen pensiones universales a los adultos mayores mexicanos. Que el gobierno de México solo debería apoyar a los más pobres en congruencia con el lema de “por el bien de todos…” porque así se les podría dar más a los que verdaderamente lo necesitan y no a los ancianos millonarios como Carlos Slim, beneficiario número uno del programa. Ya veríamos a Ñeroña tirarse envuelto en la bandera, desde la torre latinoamericana, en protesta por la intromisión gringa en asuntos que solo competen a los mexicanos y bla bla bla.

 

Doña Claudia celebró esta mañana el haberle reiterado a Christopher Landau, un modesto subsecretario, en Palacio Nacional, su desacuerdo con las redadas contra migrantes en EU. Dijo sentirse satisfecha (aunque tenía una cara de sacón de onda) porque en esa “reunión de cortesía le presentaron resultados del trabajo de su administración en materia de seguridad y migración“.

¿Y dónde quedó el soberanismo cuando se reconoce abierta, textualmente, que la jefa del Ejecutivo mexicano, es decir, la máxima autoridad del país -si nos olvidamos por un momento del Señor de Palenque- le rinde cuentas a un subsecretario gringo?

De repente ya no se condena a nuestra mandataria (como hizo Kristi Noem en plena Oficina Oval, ante la sonrisa cómplice de su jefe). Ya no se le insulta asegurando que está muerta de miedo ante los cárteles, como planteó el propio Donald. De un día para otro México se avienta la bronca de desmentir a Reuters, y todo el aparato de halcones trumpistas se muestra muy feliz y cooperativo con la narrativa de la mandataria. ¿Pues qué mosca les picó?

La pregunta es ¿qué les cedió el gobierno mexicano para que de pronto se olvidaran de exigir la extradición de los narcopolíticos que, antes aseguraban, tienen dominado gran parte del territorio mexicano, lo que les permitió inundar de fentanilo su país, provocando la muerte de cientos de miles de norteamericanos?

¿Qué tuvo que ceder doña Claudia para quitarse de encima la condena que, como una maldición, le dejó caer Kristi?

¿La cabeza de AMLO? ¿Las de Calderón y Peña Nieto? ¿Las de toda la Lista Marco?

Ya veremos.

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