Declaraciones de AMLO fueron “crueles e irresponsables”, declara la madre de dos de las víctimas

Fabiola Mateos Chavolla, madre de Fabián y Virgilio, dos de los estudiantes de medicina brutalmente asesinados en Celaya la semana pasada, expresó su profunda molestia hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador por revictimizar a sus hijos. Durante la conferencia de prensa matutina, López Obrador sugirió que los jóvenes habían sido ejecutados por su presunta participación en la compra de drogas en un territorio controlado por un grupo criminal rival.

Mateos Chavolla, también exregidora de Celaya, calificó las declaraciones presidenciales como “crueles e irresponsables” y destacó la falta de sensibilidad al responsabilizar a las víctimas de su propia tragedia. Enfatizó que los resultados de los análisis toxicológicos realizados por la Fiscalía General del Estado de Guanajuato demostraron que ninguno de los seis jóvenes, incluyendo a sus dos hijos, había consumido drogas.

La madre afectada criticó la falta de prudencia del mandatario en sus declaraciones y le instó a considerar el dolor de todas las familias afectadas por la violencia en el país. Haciendo hincapié en la responsabilidad de las autoridades en la seguridad ciudadana, Mateos Chavolla solicitó mayor vigilancia en territorios considerados inseguros.

“Cualquier persona promedio, normal, pensante, esperaría tener al menos elementos para descalificar a alguien, pero lejos de tener un poco de sensibilidad o humanidad se lanza primero a revictimizar a mis hijos, los responsabiliza de su muerte, los califica de consumidores, en pocas palabras dice que tienen la culpa”, reclamó la madre de Fabián y Virgilio.

Fabiola Mateos concluyó recordando a sus hijos como jóvenes prometedores en el campo de la medicina, enfatizando que no tenían motivos para temer por sus vidas al dedicarse a actividades lícitas. La madre de las víctimas destacó la falta de reconocimiento por parte del gobierno respecto a su incapacidad para garantizar la seguridad, optando por acusar a los propios fallecidos en lugar de abordar las fallas institucionales.