La marcha fifí…”fue todo un éxito”: Ciro Gómez Leyva: Por Jesús López Segura / LA VERSIÓN NO OFICIAL
Hernán Gómez desnuda el talante de algunos de los manifestantes
Bienvenida la marcha dominical de los “Fifís“. Le han hecho un gran servicio al país. Ejerciendo su inalienable derecho a manifestarse con sus camisas blancas almidonadas y sus empleados cargándoles las pancartas, nos han dado oportunidad de conocerlos. Sabemos ahora que se trata de un puñado de hipócritas fascistas disfrazados de “sociedad civil”, cuando salta a la vista que sus patrocinadores encubiertos son los ex panistas agrupados en el México Libre de Calderón y Margarita Zavala, ansiosos como están por volver a la política luego de su desastrosa experiencia presidencial.
Los chalecos amarillos franceses que, en su mayoría son jóvenes combativos y muestran el vigor y la rebeldía típicos de ese sector de la sociedad, contestatario y alborotador por excelencia, que suele sacudir de vez en cuando a las instituciones anquilosadas en el ejercicio de un poder envejecido y obsoleto… contrastan con estos chalecos arrugados a los que Hernán Gómez expone y desnuda para regocijo del respetable:
La manta que llevan sus empleados reza que los que votaron por López Obrador no tienen cerebro, pregunta, palabras más o menos Hernán a un manifestante de 79 años:
“Yo tengo un chingo de obreros… pobrecitos la verdad, así son, así nacieron… yo también nací en la pobreza…”
“Es que este desgraciado [se refiere al Presidente López Obrador], abusa de todos. Éste es un infeliz… yo se lo digo en su jeta al cabrón eeeh, tengo los putos huevos pero bien puestos”.
“No tienen cerebro ejercitado, no tienen el cerebro evolucionado, lo tienen huevonamente”.
No puede uno sino recordar el pasaje de la película Django, de Quentin Tarantino, cuando Leonardo Di Caprio diserta sesudamente, con el cráneo de un negro en las manos, sobre su hipótesis “científicamente sustentada” de que “la zona del cerebro de los negros que determina la predisposición a la sumisión, está más desarrollada que la de cualquier otra especie humana y subhumana, y por eso se dejan explotar y maltratar…”
También puede uno especular sobre las tesis nazis respecto de los judíos y otras “razas inferiores” o la polémica de los españoles del siglo XVI, cuando se preguntaban si los indígenas originarios de América podrían ser considerados seres humanos o debieran ser catalogados como animales, tal cual refleja la película La Misión, con el papel estelar de Robert De Niro.
El aquelarre del domingo no podría haber tenido otro escenario que el Ángel de la Independencia, centro de reunión de los manifestantes pipiris nice. Por eso Andrés Manuel está feliz. Si esa es la oposición que exige su renuncia, bienvenida sea, por mucho que los jilgueros de la nueva derecha mexicana, como Ciro Gómez Leyva, comenten en sus espacios de comunicación concesionados por el Estado Mexicano -al que combaten por cierto desde esas millonarias trincheras alquiladas-, que la manifestación fue todo un éxito.
Sí. Todo un éxito para la administración de López Obrador.
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