¿El nombramiento de Duarte en Aduanas explica la histeria protagónica de Higinio Martínez?
El Presidente López Obrador exaltó en La Mañanera de hoy la indeclinable, insobornable honradez de Horacio Duarte, cualidades que se requieren, dijo, para enfrentar el monumental reto de frenar la corrupción que existe en las aduanas de México, “sin menospreciar la honradez de Ricardo Ahued“, aclaró el mandatario como un gesto de cortesía para quien fue desplazado del puesto por su indiscutible hombre de más confianza, el texcocano al que le encomendó nada menos que uno de los programas estelares de la cuatroté, “Jóvenes construyendo el futuro”, pilar no sólo de los programas sociales del Presidente, sino de su estrategia de “combate al crimen organizado”.
No hay que ser un genio para encontrar en estos halagos presidenciales la causa de la histeria de protagonismo que ha exhibido por estos días Higinio Martínez, el rival de Duarte en la lucha por el control de Morena en la entidad, con miras a las elecciones intermedias del próximo año, donde se empezará a desbrozar el camino para la madre de todas las batallas mexiquenses, la que por primera vez en casi un siglo perfila la posibilidad de que un candidato no priista conquiste la gubernatura.
También debe estar requete nerviosa doña Delfina Gómez, la modesta maestra que logró seducir al tabasqueño pero luego lo ha decepcionado por partida doble: La primera, al perder la gubernatura frente al primo de Peña Nieto -con una pequeña ayuda de Eruviel y de Juan Zepeda-, derrota por la que ahora don Andrés ha tenido que comer sapos en la misma mesa que el hijo y nieto de la dinastía Del Mazo, por los fuertes intereses aeroportuarios del Edomex, su importancia económica y electoral, y su colindancia estratégica con la Ciudad de México, entre otros. La segunda causa de decepción de su anterior “delfina” se debe al triste, mediocre y gris papel desempeñado por la maestra, hasta el momento, como delegada federal en la entidad.
Así que la disputa por la candidatura gubernamental de Morena que se perfilaba para el Grupo hegemónico del morenismo en la entidad, el GAP, entre Higinio y Horacio, ha cambiado de derrotero. Como todo el mundo sabe y se confirma ahora con su nuevo nombramiento, es Horacio quien cuenta con toda la simpatía y confianza del gran elector.
Higinio ha hecho berrinches por el frustrado aeropuerto de Texcoco que balconearon sus evidentes intereses personales; ha organizado cargadas de dulce, chile y manteca (como la vergonzosa del Salón Rojo del Club Toluca, que prendió los focos del mismo color entre los cercanos a don Andrés, quienes no vieron con buenos ojos la promiscua cohabitación de Higinio, Monreal y Delgado, con Eruviel y Josefina; ha amenazado con retirarse de la política, para luego regresar como aspirante a dirigir su partido político en la entidad, veleidosos vaivenes que dejaron a Ricardo Moreno bailando en la loma de un ring de lucha libre; y más recientemente, Higinio ha utilizado la buena fe de algunos diputados y alcaldes para sacar provecho de la tragedia del coronavirus como plataforma de promoción personal -violando por cierto las normas más elementales no sólo de la buena política en casos de desastres, sino las propias restricciones sanitarias de la pandemia.
A menos que ocurra algo extraordinario -y van a ocurrir seguramente muchas cosas extraordinarias en la pospandemia- uno de los candidatos de Morena a la Gubernatura mexiquense será Horacio Duarte por el GAP.
De Daniel Serrano y sus muchos seguidores “puros”, es decir, leales a los principios fundacionales de la Cuarta Transformación, dependerá que ese candidato del GAP no sea el único y la verdadera izquierda mexiquense esté en esa jugada histórica. Ya veremos.
Por lo pronto, Salvador García Soto dice en su “Serpientes y Escaleras” de El Universal, lo siguiente:
“NOTAS INDISCRETAS…”
“Con la designación de Horacio Duarte como nuevo director de la Administración General de Aduanas el presidente hace su tercera apuesta para tratar de controlar al “monstruo de las 100 cabezas” como reconoció él mismo al tamaño de la corrupción desbordada en las aduanas nacionales. A diferencia de sus dos antecesores, Duarte es un político con más experiencia y también con más mano dura. No sabe mucho de aduanas y su experiencia es más de operación política pero el presidente le está confiando un reto que se antoja mayúsculo. De paso a Duarte lo rescatan ante la próxima desaparición de su subsecretaría en la STyPS y también, queriendo o no, el presidente fortalece al grupo Texcoco, que… tiene un proyecto claro para buscar la gubernatura del Estado de México en 2023″.
