jueves, noviembre 21

Batea el TEPJF al partido de Calderón fortaleciendo al PAN, al tiempo que polariza a Morena. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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Finalmente, atomiza el voto obradorista con varios partidos ilegales que no podrán coaligarse el año próximo

Como si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) estuviera dominado por un poder fáctico invisible, empeñado en la restauración de los regímenes corruptos del pasado, muy eficaz para destruir las opciones partidistas del obradorismo con miras a las cruciales elecciones del año próximo, todo parece haberse conjugado para optimizar las posibilidades del PAN de incrementar sus votos y arrancarle la mayoría a Morena en las intermedias de junio del 2021.

Primero, pisoteando los estatutos internos de Morena, el Tribunal le impuso una serie de medidas para la elección de su dirigencia que violan por completo los estatutos y la vida interna de un partido en el poder que, para colmo, es desdeñado por su líder y creador máximo. El resultado está a la vista. Hoy Morena es un partido (en dos) atomizado, fragmentado en liderazgos enfrentados con una ferocidad y encono fratricida.

La opción del calderonismo con México Libre que, evidentemente, iba a provocar un efecto similar de confrontación interna y de disputa de votos en el PAN, fue quirúrgicamente retirada en beneficio del partido políticos opositor al régimen del obradorismo con más probabilidades de competir por el control de la Cámara de Diputados y de lograr éxitos electorales en legislaturas locales y alcaldías por todo el país. Le quitaron un obstáculo al panismo tradicional con el muy celebrable palmo de narices a doña Amargadita Zavala.

Y como si toda esta operación para dividir el voto obradorista estuviera guiada por una mente tan perversa como eficiente, se pasa de nueva cuenta por encima de la ley para dejar fuera al partido del SNTE con el argumento de que organizaciones sindicales no pueden operar para formar partidos políticos, reglamento que, por cierto, se ignora a la hora de conceder el registro a los partidos de Elba Esther Gordillo y Pedro Haces, a los que se exculpa inexplicablemente de aplicarles el mismo principio. El resultado, la atomización del voto obradorista en la próxima elección, habido cuenta de que partidos de nueva creación no pueden coaligarse en su primera aventura electoral. Todo manejado con maestría de cirujano.

Las decisiones del Tribunal violando sistemáticamente la ley electoral, en suma, favorecen de manera descarada al PAN, como se verá sin lugar a dudas en los resultados electorales del año próximo, cuando los lentos morenistas que tienen el poder absoluto en la Cámara de Diputados pero no lo usan -ya sea porque Mario Cantinflas está muy ocupado en dirigir (o digerir) lo que quede de Morena, o porque él mismo forma parte del complot contra el obradorismo-, perciban demasiado tarde el producto de su voracidad aderezada con su indolencia.

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