jueves, julio 25

“El Ausente”, le dice Carlos Loret a Del Mazo. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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Coincide el periodista con nuestros planteamientos, pero con motivaciones distintas

Coincide Carlos Loret de Mola con lo planteado en esta columna desde hace meses, en el sentido de que abundan los indicadores de que Alfredo del Mazo ha cedido la importante plaza del Estado de México, conforme a la rutina de armisticio y entrega total, repetida a lo largo y ancho del país en las últimas elecciones gubernamentales, en las que mandatarios priistas descorazonados por la implacable ola del obradorismo, se hicieron a un lado a cambio principalmente de impunidad y, en los casos más descarados, de embajadas VIP.

Lo dijo claramente el precandidato abortado de Movimiento Ciudadano en el Estado de México, “Juanito” Zepeda, quien al más puro estilo de su nombre, sirvió de peón para no estorbarle a la maestra Delfina en esta ocasión, luego de haberle hecho el trabajo sucio, como esquirol, al candidato Alfredo del Mazo en el 2017.

Juan Zepeda se retiró de la contienda por la gubernatura con MC

El problema con Carlos Loret, uno de los reporteros y lectores de noticias más exitosos, es que observa con gran objetividad los hechos, pero los tuerce en favor del neoliberalismo salvaje, lo que le ha ganado el repudio de don Andrés, quien usa su nada desdeñable influencia sobre sus hordas de fanáticos, para destruirlo, pero lo único que ha logrado es catapultarlo incluso como aspirante presidencial.

Dice Loret en su columna “Ausente” que “La candidata morenista Delfina Gómez despotrica contra el gobernador [Del Mazo] ante quien la quiera escuchar, y no se mide en adjetivos ni amenazas veladas. Si gana Delfina, ¿no va a perseguir a Del Mazo para consolidarse en el poder e incluso ganar tiempo y popularidad? ¿No va a abrir carpetas de investigación contra el mandatario y sus cercanos para cubrir sus desaciertos? ¿No va a ser un bombón para la campaña presidencial morenista del 2024 tener una indagatoria en curso contra una de las figuras de oposición más conocidas, y explotar eso cada que se necesite? Si es el caso, ¿el gobernador considera un buen arreglo que no lo metan a la cárcel, aunque manchen su nombre todos los días y lo usen de ariete para derribar a la oposición? ¿O de plano en el 2024 va a meter las manos… pero en la dirección contraria?”

Delfina Gómez podría investigar a Del Mazo
Y remata Loret: “Después de los resultados tan favorables para la oposición en el Estado de México en el 2021, si es aplastada por Morena este año, empezará todavía más atrás la carrera por el 2024″.

Se advierte en el indiscutiblemente muy eficaz periodista cierta ansia porque el priismo mexiquense reaccione, y el Gobernador Del Mazo asuma su papel histórico de defender, con todo, el último bastión importante de un instituto político tan exitoso que podría quedarse al borde del siglo de dominación política absoluta en una entidad trascendente como la mexiquense.

Ahí radica la principal diferencia con nosotros, en Notiguía, que realizamos cotidianamente una crítica bien fundamentada ante los escandalosos abusos del Presidente López Obrador, pero por pura y simple vocación analítica, no porque promovamos la causa de los neoliberales salvajes que han depauperado a una entidad maravillosa como ésta, con su voracidad extrema.

Deseamos que se consolide un movimiento que, al menos en sus postulados -no así en muchas de sus prácticas tan tempranamente viciadas- va expresamente contra la corrupción -pero protege a los corruptos del pasado inmediato e incluso a los del presente-. Va contra el dedazo, entre otros vicios adquiridos por el prianismo a lo largo de muchos años de dominación política absoluta, pero practica el acarreo y el uso de recursos públicos en actos ilegales de campaña.

AMLO, Sheinbaum y Mario Delgado

Hoy don Andrés, con todo respeto como él dice, nos dio una muestra más de sus abusos. Dejó callado a un reportero de Proceso que fue al relevo de una agotada y maltrecha Dalila Escobar, revirtiéndole la muy pertinente pregunta sobre el espionaje del Centro de Inteligencia Militar que, según Guacamaya, usa ilegalmente el programa Pegasus para la persecución política, disfrazada de inteligencia en investigación criminal, sin permisos judiciales para la escucha telefónica.

¿Quién es Guacamaya? le exigía López explicar al reportero. ¿Por qué no investigan a Guacamaya y sus hackeos ilegales, antes de usarlos contra nosotros?

Mathieu Tourliere se quedó callado. Aguantó la andanada de un mandatario enfurecido contra la revista -crítica de todos los gobiernos anteriores- que él esperaba se rindiera ante “las bondades de la cuarta transformación”.

No debe ser fácil confrontar a un líder tan poderos en su cueva, rodeado por sus incondicionales. Pero desde la comodidad de mi escritorio pensé: “yo le hubiera volteado la tortilla: ¡A ver a ver, don Andrés, con todo respeto, por qué defiende usted con tanta garra -que hasta se confronta con los estadunidenses- a un hacker como Julian Assange y nos apalea a nosotros por citar a Guacamaya?”

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