Se cumplió la profecía de don Andrés. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
AMLO tenía razón, pero no por sus dotes adivinatorias, sino porque tiene a Alito agarrado de los güevos
Finalmente le doblaron el espíritu a Beatriz Paredes, quien aceptó castrar el proceso del Frente conservador, es decir, omitir la parte del acuerdo previo de una elección dominguera (en la que las huestes priistas y de Morena podrían haber actuado en su favor) para darlo por terminado con el resultado de encuestas presuntamente bien hechas.
Paredes había jurado que no se prestaría a tal engaño, pero Alito trae una agenda paralela que no tiene absolutamente nada que ver con los intereses de su partido, ahora sí en irreversible proceso de extinción, o como dice el ocurrente Mario Delgado, cimbrado en sus últimas Paredes de contención. Era tan obvio que sacrificaba a Beatriz como parte de una negociación con Morena que prefirió simular un acto de “dignidad” renunciando a presidir la mesa directiva de los diputados, para “perfilar a una mujer”. Que le crea su abuelita.
¿Cómo pueden priistas de cepa, herederos del viejo nacionalismo revolucionario (hoy convertido en el morenismo) como Beatriz Paredes Rangel, respetar decisiones de un hampón como Alejandro Moreno?
La diferencia entre personajes relevantes que se distinguen en su tiempo por sus dotes retóricas y la excelsitud de sus acciones (como Beatriz Paredes), respecto de personajes que trascienden verdaderamente en la historia, es que estos último no temen rebelarse ante las imposiciones autoritarias del poder formal (como hizo el propio Andrés Manuel López Obrador).
En su discurso de hoy en La Mañanera, el mandatario estaba feliz por haber ganado la apuesta, pues vaticinó que los hombres que controlan a Xóchitl finalmente la impondrían y que todo el proceso “copiado a Morena” terminaría como una farándula vulgar y perfectamente predecible.
Dijo que en el proceso de Morena no hay dedazo y va a imperar la democracia, pues se respetará la decisión del pueblo, reflejada en las encuestas. Estaba radiante. Lo que no dijo don Andrés es que de ninguna manera ha habido piso parejo en las campañas y que, por lo tanto, esas encuestas presuntamente democráticas estarán viciadas, de antemano, en favor de Claudia Sheinbaum, quien por indicaciones de él, y de nadie más que él, quizá matizadas al nivel de meras insinuaciones (de ese tamaño es su poderosa influencia), recibió el apoyo desbordado de gobernadores morenistas y de la Secretaría del Bienestar, echando la casa por la ventana -como denunció Marcelo-, lo que constituye por cierto no solamente una inmoralidad que impediría hablar de democracia impoluta, sino un delito grave.
Así que Beatriz Paredes no tuvo los arrestos para rebelarse ante la imposición grosera de un corrupto desvergonzado como Alito. Veremos muy pronto si Marcelo Ebrard tiene el valor de rebelarse ante lo que se perfila, también, como una imposición grosera de Claudia Sheinbaum, independientemente de que se trate de una respetabilísima y admirable dama, igual que Beatriz.
Por lo pronto, López Obrador estuvo bordando mucho esta mañana en la anécdota recurrente de que el general Lázaro Cárdenas del Río, acosado por graves amenazas de la derecha, tomó la sabia y muy responsable decisión de imponer a Manuel Ávila Camacho y no a su entrañable amigo, el radical de izquierda, Francisco J. Múgica.
La insistencia de AMLO en ese tema podría hacer pensar que pudiendo imponer a una radical como Sheinbaum, prefiere “ser responsable” (como lo fue el general Cárdenas en su momento) y en aras de la continuidad del proyecto, optar por alguien que puede ser mejor digerido por la derecha radical, como Ebrard, con el plus de que el carisma de su excanciller puede contrarrestar mejor a Gálvez que el rígido y casi momificado desempeño de Claudia en campaña.
Pero el egocentrismo de don Andrés es tan desmedido que igual piensa superar “los errores” de Lázaro Cárdenas, conquistando el lugar que imagina para sí en la historia de las grandes transformaciones nacionales, procurando que se cumpla la otra profecía impulsada por él mismo, de un inobjetable triunfo de Claudia. Ya veremos.
Por lo pronto, Marcelo Ebrard Casaubón arremetió de nueva cuenta contra el proceso morenista, y denunció en sus redes que este miércoles hubo un “gran desorden” y ‘severos problemas’ en el levantamiento de la encuesta: “Todo mi respaldo a Malú Micher y a Martha Delgado quienes están (desde ayer y toda la noche) tratando de ayudar al éxito del proceso y a resolver los severos problemas que han ocurrido”, dijo quien aparentemente ya había sido domesticado, pero todavía da muestras de tener pulso.