Escenarios y dilemas de la 4té. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
Si se va o se queda Marcelo. Si Claudia logra o no imponer a Harfuch
En unas horas se despejarán las únicas incógnitas existentes en la lucha de poder dentro de Morena: a).- Si se queda Marcelo, luego de la nada velada amenaza de ayer del Presidente López Obrador, o se va, ya sea a competir contra Sheinbaum por MC, o en un arreglo posible con Xóchitl Gálvez y los partidos perdedores del Frente Amplio por México, permitiendo que Samuelito haga su juego sucio contra la oposición conservadora.
b).- La otra incógnita radica en el dilema del bastón de mando, es decir, si de veras Claudia puede imponer -al parecer por puritito capricho a todas luces hormonal- al heredero de “Los Tres García” (Barragán, Paniagua y Luna), o se toma en serio sus llamados compulsivos a “la unidad” reservando a Harfuch para la secretaría de Seguridad Pública de su hipotético y casi seguro gobierno, por ahora.
De las combinaciones posibles de esos dos dilemas que, insisto, se resolverán en cuestión de horas, podrían aventurarse tres escenarios interesantes:
1.- Si Marcelo se va, junto con sus diputados y algunos funcionarios públicos (como Daniel Sibaja, del Estado de México) y Claudia se sale con la suya de imponer a Harfuch, entonces el escenario se torna muy inestable para “la unidad” morenista, invocada compulsivamente por la candidata, pero desdeñada por ella misma en sus decisiones personalísimas, lo que precisamente requiere Marcelo para justificar a plenitud su deserción, librando buena parte de las previsibles acusaciones de traición. Es perfectamente creíble que el New York Times, de la mano de Carlos Slim, contribuyó a la formación de este escenario destapando, justo ahora, el estercolero del espionaje de Ernestina Godoy, por encomienda incuestionable de Sheinbaum.
En esta ruta, la aparente popularidad de Claudia, reflejada en encuestas donde es prácticamente la única competidora de Morena, podría derrumbarse estrepitosamente, creando una situación de tercios, donde no es fácil predecir si la irrupción de Marcelo favorecería finalmente a Xóchitl.
2.- Si Marcelo presta oídos sordos “al canto de las sirenas” (en la retórica amenazante de AMLO) y se queda a cambio de cualquier premio de consolación para él y los suyos, la próxima presidenta de México será Claudia Sheinbaum, casi sin ningún lugar a dudas, porque Samuelito le haría el enorme favor de esquirolearle votos a Xóchitl y sus impresentables partidos de apoyo, por lo que la Sheinbaum cabalgaría en caballo de hacienda y daría lo mismo si logra imponer a Harfuch o no, es decir, si sigue empeñada, por razones al menos políticamente incomprensibles, en traicionar a Clara Brugada.
3.- Si Sheinbaum deja que le rompan el “bastón de mando” y cede no solo el gobierno de la Ciudad de México, sino la precandidatura presidencial para el 2030 a Clara Brugada, entonces no quedará duda de que quien seguirá gobernando desde Palenque en una suerte de maximato (mientras Dios le preste vida), será ya saben ustedes quien. Y entonces ya nos podremos ir mucho a negociar a La Chingada Marcelo, Harfuch, Xóchitl y todos los que defenderíamos con convicción y buenos argumentos a la 4té, siempre y cuando se apegara, en la práctica, a los principios que dice defender.