AMLO asegura que es “temporada de zopilotes” y que medios explotan el dolor humano

La violencia en Chiapas se intensifica con el asesinato de la candidata a la alcaldía de La Concordia, Lucero López Maza, y la expansión de enfrentamientos entre cárteles. López Maza, de 28 años y miembro del Partido Popular Chiapaneco, fue abatida junto a otras cinco personas, incluyendo una menor, cuando su comitiva fue interceptada en una gasolinera tras un evento político. La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que el ataque ocurrió durante un enfrentamiento entre civiles armados. Dos personas más resultaron heridas.

De gira por ese estado de la República Mexicana y antes de una reunión con el presidente de Guatemala, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que Chiapas es uno de los estados más pacíficos del país pues se encuentra en segundo lugar nacional, después de Yucatán, con menos asesinatos dolosos, y repitió su arenga acostumbrada de que vivimos una “temporada de zopilotes” y que “muchos medios informativos tratan de sacar raja política del dolor humano”.

El asesinato de la candidata se inscribe en un contexto de creciente violencia en la región, especialmente en Chicomuselo. En este municipio, la disputa entre cárteles por el control de la extracción de minerales ha resultado en ataques a la población civil y el desplazamiento forzado de habitantes. Recientemente, once personas, incluyendo dos catequistas, fueron asesinadas en el ejido Nueva Morelia, un área estratégica para la minería.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) ha alertado sobre la propagación de la violencia a comunidades vecinas y la falta de acción efectiva por parte de las autoridades estatales y federales. A pesar de los patrullajes por el Ejército y la Guardia Nacional, la inseguridad persiste, afectando gravemente a la población civil.

Esta ola de violencia evidencia la necesidad urgente de una respuesta integral del Estado mexicano para proteger a los ciudadanos y garantizar la seguridad en la región, afectada por la lucha territorial entre grupos del crimen organizado.

Pero el Presidente López Obrador, fiel hasta el final a su política fallida de “abrazos y no balazos“, insistió en la Mañanera de hoy en reforzar la presencia de la Guardia Nacional en la zona, donde planteó que no existía un cuartel, pero su vocero lo corrigió, por lo que, en lugar de reconocer su error, como de costumbre, casi lo calla argumentando que de cualquier forma es necesario reforzarlo con más elementos, como si el aumento en el número pudiera variar algo cuando la instrucción es que no confronten a los delincuentes.