jueves, noviembre 21

Una propuesta para la Seguridad efectiva. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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Elección democrática de policías municipales en todas las comunidades del país

Ayer martes 25 de junio, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, presentó en La Mañanera un cuadro comparativo del número de elementos de la Guardia Nacional respecto de la cantidad de policías estatales y municipales que, en la actualidad, se encargan de la seguridad ciudadana en todo el país. Resulta que la GN tiene alrededor de 120 mil elementos (con miras a completar 150 mil al final del sexenio), desplegados en 400 cuarteles propios y otras 100 instalaciones prestadas por la SEDENA, mientras que las policías que han logrado sobrevivir, a duras penas, en este proceso de militarización obradorista de la seguridad pública, alcanzan la cifra, en conjunto, de 293 mil elementos (125 mil municipales y 168 mil estatales), es decir 2.4 veces más elementos que la GN.

Muy entusiasmado, AMLO celebró el hecho cuestionable de que “en muchos estados”, según dijo, la GN supera en número a los elementos policiacos, lo que, como es habitual en sus disertaciones de bote pronto, no cuadra con las cifras reales, según las cuales las policías tienen en conjunto 173 mil elementos más que la GN. Pero todavía exclamó, ya encarrerado, que eso es muy bueno, reafirmando su desconfianza absoluta sobre la probidad policial, expresada en referencias continuas a la corrupción de la policía federal en tiempos de García Luna.

García Luna y la Policía Federal

García Luna al mando de la Policía Federal

La reciente reafirmación de la presidenta electa Claudia Sheinbaum de adscribir formalmente cuanto antes y en forma definitiva la GN a la SEDENA, por evidentes presiones de don Andrés, podría tener una ruta de salvación que acaso la indudablemente inteligente próxima mandataria, estaría ya calculando.

Si paralelamente a esa decisión de militarizar sin regateos la GN (para que el mandatario se mantenga feliz feliz feliz en estos últimos meses de su gobierno) se decide doña Claudia a reforzar de manera extraordinaria a las policías estatales y principalmente municipales, dejando la coordinación de las tareas de Seguridad a la Secretaría del ramo, en manos de un civil conocedor a fondo del funcionamiento de la policía federal como Omar García Harfuch, estaríamos ante el promisorio panorama de que la Seguridad Pública del país, como lo manda no solo la Constitución, sino el más elemental sentido común, estaría a cargo de civiles que podrían echar mano de una Guardia Nacional militarizada solo en casos excepcionales, lo que permitiría regresar a los miembros del Ejército y la Marina a sus labores constitucionales, es decir, a sus cuarteles, como tantas veces lo prometió López.

Sheinbaum pasará la Guardia Nacional a la Sedena

Sheinbaum adscribirá la GN a la Sedena

Si a este hipotético y bellísimo pastel le agregamos la cereza de que los policías municipales fueran elegidos democráticamente en cada comunidad donde operarán, arraigados con sus familias y vigilados por la ciudadanía que los conoce de toda la vida y les puede recriminar desviaciones y malos comportamientos, hasta el punto de tener el poder de destituirlos ipso facto, es decir, a la primera muestra de descomposición, estaríamos ante un panorama ideal que, incluso el demócrata que promueve la elección popular de jueces y magistrados, tendría que ver con buenos ojos, claro, a menos que sus propósitos apunten en otra dirección distinta a la democracia.

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