sábado, septiembre 7

Alito y la primorosa Omertá de hoy en día. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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Lo “naco” es lo exquisito fallido. Lo que de tan pretendidamente fino, se torna insufriblemente grotesco

Un buen amigo, destacado priista mexiquense cuyo nombre me reservo, me obsequió hace varios años (cuando el PRI era el partido hegemónico en todo el país, el que cuando no ganaba, arrebataba -como ahora pretende Morena en el caso de la Cuauhtémoc, por ejemplo-) el libro Omertá, obra póstuma del galardonado Mario Puzo, autor de El Padrino.

Supongo que este buen amigo priista creía que mi postura crítica respecto de su partido, entonces hegemónico, como decía, me podría causar serios dolores de cabeza, habida cuenta de que la enorme influencia política que tenían “mis hojitas” en el priismo mexiquense, como una vez me dijo otro buen amigo, Emilio Chuayffet, recién estrenado como gobernador, hacía suponer a muchos que se trataba de una estrategia mediática para obtener recursos, y que debería cuidar mucho no pasarme de cierta línea en esa crítica.

La frontera en la que tenemos que transitar los que nos dedicamos al análisis político es tanto más resbaladiza cuanto más torpes y autoritarios sean los dirigentes que controlan el poder político, llámense presidentes de la República o gobernadores, y hasta algunos poderosos alcaldes y líderes legislativos, es decir, todos aquellos que manejan los presupuestos de Comunicación Social de los que dependemos casi todos los medios con audiencias limitadas a los círculos de toma de decisiones.

Amlo y Jesús Ramírez

Amlo y Jesús Ramírez, coordinador de Comunicación Social

En el otro extremo, mientras más inteligentes sean los políticos de alto nivel, más tolerancia y respeto habrá para al análisis crítico. Eso es un hecho que hemos comprobado en Notiguía a lo largo de más de 3 décadas de bregar por nuestra sobrevivencia. Sobra decir que los grandes medios que explotan concesiones radiofónicas y televisivas, o periódicos y revistas, grandes o pequeños que juegan con el morbo, la lambisconería, la desinformación y la pornografía política, son inmensamente ricos.

Lo que hace Alito al destapar la Caja de Pandora no es otra cosa que romper con la Omertá, con la ley no escrita del silencio, con el código de honor siciliano que prohíbe informar sobre las actividades delictivas de sus correligionarios, secretos sobre los que se finca la existencia misma de la familia, de La Cosa Nostra, de La Ndrangheta o de cualquiera otra forma de organización que adquieren, de acuerdo con cada momento histórico y cultural, las mafias simbióticas del poder criminal con la administración pública.

Alejandro Moreno Alito

Alito Moreno destapa la Caja de Pandora en el PRI

Lo que muchos priistas decentes, de gran trayectoria histórica, ven como una traición de Alito al salpicarlos, desde el oficialismo partidista (no desde versiones off the récord, chismes o rumores de la prensa) con supuestas verdades que todo el mundo conoce pero se han guardados bajo la alfombra por décadas, otros muchos -por lo general jóvenes ajenos a esas componendas vergonzosas del pasado como el asesinato de Colosio o el Pemexgate-, aprecian como una auténtica revolución de las conciencias, que empata casualmente con la que promueve el actual aparato partidista hegemónico en el país.

La nueva Omertá de la primorosa y, desde luego secreta alianza de AMLITO con AMLO, trata precisamente de estos acuerdos para desmantelar lo que queda del PRI. Para que el Fiscal florero del obradorismo abandone en el cajón del olvido las gravísimas acusaciones contra el exgobernador campechano, a cambio de sus invaluables servicios para que la 4té pueda deshacerse de Don Beltrone, y de todos aquellos capos del priismo depredador que no se acogieron a la amnistía que les ofrecía la ocasión de purificarse en las aguas “benditas” del obradorismo.

AMLO y Alito

La nueva Omertá de la primorosa y secreta alianza de AMLITO con AMLO

La ruptura de la añeja Omertá para proteger a los autores de saqueos y matanzas de antaño, dará origen a la nueva y primorosa Omertá que cubrirá, generosa y magnánima, los pecados de Alfredo del Mazo Maza, Eruviel Ávila, Carolina Monroy y todos los embajadores de la ignominia, así como a los hijos, naturales y postizos, de la 4té, al amparo del señor ¿y la señora? de los milagros.

Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo

Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo traicionaron al PRI

Como suele decir don Andrés, vivimos los mexicanos momentos muy interesantes y potencialmente “estelares”, siempre y cuando al asentarse las aguas de este tsunami de polarización nacional, se de paso firme y generoso a la reconciliación, al respeto a la pluralidad y a la crítica. Es ahí, en los reposados parajes de la civilidad política -y no en el autoelogio compulsivo- donde se mide el verdadero talante de los estadistas.

Lo naco es lo exquisito fallido. Lo que de tan pretendidamente fino, se torna insufriblemente grotesco.

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