Destape demasiado prematuro de Andy, el hijo más grillo del Presidente
Mario Maldonado presenta en su columna de El Universal un perfil de este “heredero”
La columna de Mario Maldonado (“Andy, el heredero, y la nueva generación”. El Universal), presenta a Andrés Manuel López Beltrán, hijo de AMLO, como el heredero político de su padre y una figura clave dentro de Morena. López Beltrán, conocido como “Andy”, ha aprovechado su posición para tejer redes de poder e influencia dentro de la administración de la Cuarta Transformación, vinculándose con una nueva generación de políticos “progresistas” que comparten su visión y formación académica en el extranjero.
El análisis de Maldonado destaca que, aunque Andy ha sido impulsado por su apellido, ha construido su propia red de aliados, muchos de los cuales ocupan cargos estratégicos en el gobierno, como Luisa María Alcalde, Carlos Torres Rosas, Antonio Martínez Dagnino y Paulina Moreno García, exdirectora general adjunta de Administración y Finanzas de Nafin y actual secretaria de Finanzas del Estado de México. Esta red ha permitido que López Beltrán se posicione como una figura de relevancia en Morena, con miras a consolidar su influencia política y financiera en el futuro.
El texto sugiere que López Beltrán está consolidando su poder al integrarse en la estructura de Morena, posiblemente como secretario general o de Organización, lo que le permitiría supervisar las operaciones del partido y comenzar a preparar su camino hacia una candidatura federal. La aprobación de Claudia Sheinbaum hacia su rol dentro del partido indica que Andy tiene un lugar asegurado en la nueva etapa del movimiento, pero está por verse si su influencia le permitirá alcanzar sus ambiciones presidenciales, de acuerdo con el destape muy prematuro hecho por el impresentable cacique guerrerense Félix Salgado Macedonio.
El artículo analiza cómo López Beltrán, rodeado de incondicionales y con acceso a amplios recursos, parece estar bien posicionado para heredar el liderazgo político de su padre, aunque tendrá que demostrar que puede trascender más allá del peso de su apellido.