El “Plan C” sigue su nefasta marcha. Van por militarizar la Guardia Nacional
El pastor morenista Ignacio Mier confirmó que el dictamen se discutirá y aprobará rápidamente
El Plan C del gobierno de la Cuarta Transformación continúa su avance, y la próxima parada será la controvertida iniciativa para trasladar la Guardia Nacional (GN) bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). A pesar de las advertencias de expertos en seguridad y la oposición política, Morena y sus aliados se preparan para aprobar la medida esta semana en un proceso acelerado, que ha sido duramente criticado por su falta de debate público.
El senador morenista Ignacio Mier confirmó que el dictamen se discutirá y aprobará rápidamente, con la mayoría calificada que Morena y sus aliados ostentan en la Cámara de Diputados. Según Mier, se espera que el dictamen sobre la GN llegue a la Cámara de Diputados el miércoles 18 de septiembre y que para el lunes 23 ya se esté discutiendo en comisiones en el Senado.
¿Un giro irreversible hacia el militarismo?
La iniciativa busca que la GN, originalmente concebida como un cuerpo civil, pase a formar parte de las Fuerzas Armadas permanentes y quede bajo el mando directo de la Sedena. Este movimiento, respaldado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido cuestionado por su impacto en la seguridad pública y la institucionalidad democrática, ya que implicaría una militarización aún mayor del país. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya había invalidado un intento previo de hacer este traspaso, señalando que sería inconstitucional.
El conflicto entre el Ejecutivo y la SCJN sigue vigente, pues, en abril de 2023, el máximo tribunal declaró que el control militar sobre la GN contravenía la naturaleza civil que la Constitución mexicana exige para este tipo de cuerpos de seguridad. El dictamen actual, sin embargo, intenta sortear ese fallo mediante una reforma constitucional que daría al Ejército facultades para investigar delitos, a pesar de que su mandato tradicionalmente se ha centrado en la defensa nacional.
Aprobación acelerada y las consecuencias para la seguridad pública
El dictamen ya fue aprobado en agosto de 2023 por la Comisión de Puntos Constitucionales en la anterior legislatura, con 22 votos a favor y 18 en contra. Ahora, con Morena y sus aliados dominando las cámaras, se espera que la iniciativa se apruebe sin mayores contratiempos. Sin embargo, este proceso legislativo exprés ha sido criticado por su falta de transparencia y el riesgo de destruir el carácter civil de la seguridad pública en México.
El debate sobre el futuro de la GN y su incorporación a la Sedena plantea dudas sobre el verdadero objetivo del Plan C: ¿es realmente un esfuerzo por mejorar la seguridad del país o una estrategia política para fortalecer el control militar en áreas clave del gobierno? Al poner la seguridad pública en manos de militares, el gobierno de López Obrador podría estar apostando por una solución que, en lugar de reducir la violencia, podría perpetuar el uso de la fuerza y socavar los derechos civiles.
Implicaciones políticas y sociales
El traslado de la GN a la Sedena no es solo una decisión técnica, sino un paso hacia la consolidación del poder militar en México. Los defensores de esta iniciativa argumentan que se necesita una fuerza robusta para enfrentar al crimen organizado, pero los críticos advierten que esto podría generar abusos de poder, debilitando el sistema de contrapesos en el país.
A medida que se acerca la votación, es crucial que se abra un espacio para el diálogo y el análisis profundo de las consecuencias que esta decisión podría tener para la sociedad mexicana. La militarización de la seguridad pública no es una solución mágica; al contrario, es una medida que podría traer más desafíos que soluciones en el largo plazo.