“Mario Delgado se reunió con la empresa para explicarles el programa de comida saludable a niños y adolescentes”

Sin mencionar nada sobre las gravísimas acusaciones que pesan sobre Mario Delgado como presunto comandante en jefe del huachicol electoral, la Presidenta Sheinbaum no tuvo empacho en defenderlo por las “constantes críticas que lo abruman” por haberse reunido con ejecutivos de Coca Cola. Nada de que se va a echar para atrás el programa para eliminar la comida chatarra, como especulan, dijo con ese tonito cada vez más rudo de fastidio que muestra luego del asueto de semana santa:

“Que me perdone Coca Cola, pero hace mucho daño”, aseguró Sheinbaum y explicó que “Mario se reunió con la empresa para explicarles de qué va la iniciativa para ofrecer comidas saludables a niños y adolescentes en sus escuelas”.

¿Y qué tiene que rendirle cuentas el secretario de Educación mexicano a los dueños de las aguas negras del imperialismo sobre programas para nuestros niños y adolescentes?

‘En México resolvemos los mexicanos’, abundó doña Claudia, pero ahora con referencia al tema de las megacampañas xenófobas del trumpismo contra los indocumentados mexicanos, y calificó de conservadores ‘vendepatrias’ a quienes promueven la intervención de extranjeros para resolver nuestros problemas domésticos… a los amantes de Maximiliano, pues.

Y es que Trump y su secretaria de Seguridad, Kristi Noem (a la que por cierto le robaron su bolsa en un restaurante en Washington) anunciaron una nueva serie de publicidad multimillonaria nacional e internacional, exponiendo “los crímenes atroces de criminales inmigrantes indocumentados” y para advertir a otros que se vayan de Estados Unidos, de lo contrario podrían ser multados con casi mil dólares por día”.

“Abusadores de niños, violadores, asesinos, estos son apenas unos cuantos de los inmigrantes indocumentados basura, que han sido multados, encarcelados y deportados gracias al presidente Trump”, declaró por escrito la secretaria Noem.

¿Quiénes son realmente los vendepatrias?

¿Quienes aceptan la ayuda internacional para librarse del yugo del crimen organizado o quienes se embozan en un nacionalismo soberanista trasnochado que finalmente solo sirve para defender a los narcotraficantes y no al pueblo de México?