miércoles, octubre 29

Íntimo de Adán Augusto López, ¡involucrado con el narco! AL GRANO. Por Jesús López Segura

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Abogado de Ovidio Guzmán acusa a Sheinbaum de ser “publirrelacionista del Cártel de Sinaloa”

Mientras Claudia Sheinbaum juega a la estadista con sus discursos de unidad y continuidad, al tiempo en que acusa de grosero e irrespetuoso al abogado de Ovidio Guzmán -por definirla como “la publirrelacionista del Cártel de Sinaloa”- uno de los hombres más cercanos a su líder del Senado, Adán Augusto López Hernández, es hoy prófugo internacional por sus presuntos vínculos con el crimen organizado. Se trata de Hernán Bermúdez Requena, nada menos que exsecretario de Seguridad en el gobierno de Adán Augusto en Tabasco, acusado de encabezar la célula criminal “La Barredora” y de ser protector del sanguinario Cártel Jalisco Nueva Generación.

La gravedad del caso no deja espacio para matices: el comandante de la 30 Zona Militar confirmó que desde el 14 de febrero pesa una orden de aprehensión contra Bermúdez, quien huyó por la puerta grande —vía Mérida, con escala en España— y ahora es rastreado en Brasilia con ayuda de la Interpol. ¿Y qué hace Sheinbaum ante este escándalo que mancha a su coordinador parlamentario en el Senado? Absolutamente nada. Ni una palabra. Ni una exigencia de rendición de cuentas. Ni una renuncia solicitada. Silencio cómplice.

El historial de impunidad es vergonzoso. Durante su gestión, Bermúdez negó la existencia de cárteles en Tabasco mientras las balaceras frente a su casa y los cuerpos desmembrados se acumulaban en las calles. Su renuncia en enero de este año se dio en medio de una ola de violencia que incluyó motines, quema de vehículos y ataques a comercios. Lo reemplazó otro secretario que también huyó, tras recibir amenazas del narco.

Para colmo, el Ejército ha revelado que en el sexenio anterior (léase: el de Adán Augusto), los policías estatales recibían órdenes para liberar criminales detenidos. Y no había ni una sola orden de arresto contra los jefes de “La Barredora” hasta que llegó el nuevo gobierno. ¿Protección institucional? Más bien, una narco plácida omertá oficial.

Que la presidenta ignore un caso tan escandaloso solo confirma lo que muchos temen: que la lealtad a su grupo político —y al “hermano Adán”— está por encima del combate real al crimen. ¿Cuántos escándalos más necesita Sheinbaum para desmarcarse del exgobernador y su herencia podrida? ¿O será que, al igual que con el fentanilo y Trump, también aquí espera que el problema se le resuelva solo, aunque a costa del país?

Uno de los hermanos de AMLO, José Ramiro López Obrador, comentó al respecto lo que todo México piensa y no siempre se atreve a mencionarlo, sea por miedo, o por fanatismo obradorista compulsivo: “ya está saliendo toda la pudrición”.

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