¿Los excesos vacacionistas de los nuevos ricos de Morena cubren las atrocidades de Adán Augusto?

Caja china: truco televisivo consistente en encubrir noticias delicadas, con otras irrelevantes pero llamativas, planteado en la película “La Dictadura Perfecta“

“Siempre el poder debe ejercerse con humildad, siempre. Esa es mi posición y siempre va a ser. Y cada quien, pues, tiene que ser reconocido por su historia, por su comportamiento ¡siempre!”, dijo, lapidaria, la presidenta Sheinbaum al ser cuestionada sobre los excesos de Andy en sus vacaciones por Tokio.

Y digo “lapidaria” porque esa respuesta denota, por fin, una señal —aunque pálida— de ruptura con el padre del personaje a quien la mandataria señala implícitamente de no ejercer el poder con humildad.

Con todo, espléndida respuesta de la mandataria. Muy distinta a los desatinos discursivos del porro legislativo Noroña: ayer naquísimo cancerbero de la austeridad republicana, hoy exponente clásico de los excesos fanfarrones del típico nuevo rico mexicano en el extranjero.

Ojalá, sin embargo, que la presidenta hubiera tenido el mismo arrojo al deslindarse de las monstruosidades cometidas por Adán Augusto, que no tienen perdón de Dios por donde se les mire.

Merecería la lapidación pública inmediata si se tratara de un político cualquiera, militante del PRIAN o —peor aún— del Verde dizque ecologista. Pero estamos hablando de un precandidato presidencial que puso a Drácula como custodio de los bancos de sangre en su natal Tabasco; de un exsecretario de Gobernación y actual presidente de la Cámara de Senadores que infiltró conscientemente —que no se haga pendejo— al cártel más sanguinario del país en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, nada menos que en el estado natal de su jefe y “hermano” López Obrador.

No es cualquier pájaro de cuenta. Es un demonio peor que el villano favorito de Morena, Genaro García Luna, porque, a diferencia de Calderón —su cínico protector—, López Obrador sí presume de ser un inmaculado y amoroso guardián del pueblo.

Y aunque seguramente sin proponérselo, los vacacionistas hediondos de la 4T —que coinciden con los enemigos internos de Claudia Sheinbaum, esos machistas soberbios que juegan a hacerle de chivo los tamales: Andy, Mario “Ojitos” Delgado y Monreal-eza— han terminado por montar una caja china involuntaria pero eficaz. Mientras el respetable se indigna con los excesos incongruentes de los nuevos ricos guindas, el verdadero capo de la narcopolítica sigue operando, impune y con prepotencia renovada, desde el Senado de la República.

Caja china no por accidental, menos efectiva. ¿No cree usted?