Alito: de los bofetones a Noroña, al puñal en la espalda de Sheeinbaum. AL GRANO. Por Jesús López
¿Diplomacia o traición? La visita de “Alito” Moreno a Boluarte en medio del agravio a Sheinbaum
Mientras la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano aprobaba declarar persona non grata a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el dirigente priista Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, se dejaba fotografiar sonriente con Dina Boluarte, la misma mandataria que avala la ofensiva diplomática contra nuestro país. ¿Estará negociando el líder priista refugio en Perú?
El contraste resulta más que incómodo. Por un lado, legisladores peruanos acusan a Sheinbaum de hostilidad por desconocer la sucesión que llevó a Boluarte al poder tras la destitución de Pedro Castillo, calificando sus declaraciones de “altisonantes y ofensivas”. Con ello, pretenden sancionar a la mandataria mexicana por apartarse de principios democráticos y la doctrina de no intervención que históricamente ha guiado a nuestra diplomacia, principios que sufrieron un giro con el ex presidente López Obrador, como lo explica hoy mismo en su Mañanera su sucesora.
Por otro lado, en un gesto difícil de interpretar como mera cortesía política, el líder del PRI no sólo acudió a reunirse con la presidenta peruana, sino que exaltó públicamente los vínculos de su partido con el APRA, en un momento en que el gobierno de Lima busca humillar abiertamente a México.
El acto de Alejandro Moreno, en este contexto, podría rebasar la línea de la simple torpeza política para bordear el terreno de la traición a la patria: ¿cómo explicar que un senador mexicano legitime, con su presencia, a un gobierno que al mismo tiempo declara indeseable a la jefa del Estado mexicano?
La visita de “Alito” no es un hecho aislado, sino una maniobra que resuena en medio de la pugna diplomática y exhibe la disposición de sectores opositores a aprovechar cualquier conflicto internacional para debilitar a la presidenta. La pregunta que queda en el aire es si se trata de ceguera política, cálculo oportunista, un abierto acto de deslealtad nacional, o una desesperada búsqueda de asilo político.
