El patancito Fernando Vilchis manda a agredir a la diputada Azucena Cisneros

Dos alcaldes, uno del PRI y otro de Morena, exhiben un comportamiento que degrada el ejercicio de la política hasta niveles inéditos y vergonzosos que creíamos iban a ser superados con la alternancia democrática.

El presidente municipal de Toluca, el priista Raymundo Martínez Carbajal, quien ha logrado la hazaña de superar en el grado de estulticia a su antecesor panmorenista en el cargo, Juan Rodolfo Sánchez, ha demostrado en la práctica de su desgobierno la misma afición de Juanro para apropiarse (él y los suyos) del presupuesto de la capital mexiquense en su beneficio personalísimo, al tiempo que tratan a todo el mundo (especialmente a los ciudadanos y proveedores del ayuntamiento) con desplantes de un despotismo que resultaría hasta cómico, si no significara la ruina de las esperanza de una vida mejor para los habitantes de la capital del Estado de México.

Ese solo hecho que abruma a los toluqueños, quienes, por añadidura, tienen que cargar con el fardo de los primeros lugares en varias de las cifras trágicas de la criminalidad en el país, sería suficiente para considerar francamente ridículas las aspiraciones de don Raymundo para reelegirse en el cargo, pero encima circulan acusaciones alrededor de este personaje de caricatura que lo convierten en el hazmerreír del Estado de México y pronto del país entero.

Resulta que un conocido nuestro -cuyo nombre reservamos- nos acaba de revelar que tuvo que salir de un puesto muy bien pagado en el área del DIF, cuando todavía estaba a cargo la señora esposa del alcalde, porque fue sexualmente acosado y que la misma suerte corrieron varios de los empleados de confianza.

Otro alcalde, este morenista de Ecatepec, el tal Fernando Vilchis, está empecinado en que la 4té le pague sus malísimos servicios (de los cuales los ciudadanos podrían dar testimonios elocuentes) haciéndolo senador y a su mujer alcaldesa sucesora en la misma demarcación, muy al estilo de los caciques panistas de Huixquilucan.

Resulta que la diputada local Azucena Cisneros, denunció agresiones verbales orquestadas por el alcalde, pues asegura que un grupo de sus seguidores la increpó en una reunión con vecinos de La Laguna Chiconautla, según reportan algunos medios locales. “Responsabilizo a Fernando Vilchis por mi integridad física”, tuvo que declarar la brillante diputada correligionaria y paisana del patancito morenista cuyo desempeño miserable haría extrañar al Chapitas Ávila, así de grave es la situación en Ecatepec.