Corte de EU concede inmunidad a Trump incluso por delitos graves “en sus actos como Presidente”
Podría impunemente asesinar a rivales políticos, aceptar sobornos u organizar golpes de Estado
El Tribunal Supremo de Estados Unidos emitió una sentencia que otorga a Donald Trump una amplia inmunidad por sus actos como presidente, un fallo que ha generado una fuerte preocupación entre las juezas progresistas del alto tribunal. La mayoría conservadora ha decidido que el presidente no puede ser procesado por ejercer sus poderes constitucionales, lo que, según las juezas disidentes Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson, convierte a Trump en un “rey por encima de la ley”.
En su voto particular, redactado por Sotomayor, las magistradas expresan su “miedo por la democracia”, advirtiendo que la decisión podría permitir que un presidente sea inmune incluso por actos graves como el asesinato de rivales políticos, la aceptación de sobornos y la organización de golpes de Estado. Según las juezas, esta inmunidad absoluta cambiaría irreversiblemente la relación entre el presidente y el pueblo al que sirve, dañando profundamente la democracia estadounidense.
La sentencia, redactada por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, sostiene que el presidente tiene derecho a una presunta inmunidad judicial por todos sus actos oficiales, “siempre que no exceda manifiestamente su autoridad”. Sin embargo, las juezas progresistas critican esta posición, argumentando que ningún presidente en la historia de Estados Unidos ha tenido motivos para creer que sería inmune a la persecución penal por violar la ley desde su cargo.
El fallo llega en un momento crítico, mientras Trump se prepara para una posible candidatura en las elecciones de noviembre de 2024. La decisión del Tribunal Supremo, junto con su reciente desempeño en debates y las crecientes dudas sobre la capacidad de Joe Biden para un segundo mandato, podría fortalecer significativamente la posición de Trump. Quentin Fulks, director adjunto de la campaña de Biden, ha advertido que el fallo podría dejar a Estados Unidos vulnerable a un presidente con tendencias dictatoriales.
En conclusión, la polémica decisión del Tribunal Supremo ha provocado un intenso debate sobre el equilibrio de poderes y la integridad de la democracia en Estados Unidos, planteando preguntas inquietantes sobre el futuro político del país.