viernes, julio 26

Diputados federales de Morena reivindican a la UAEM, agraviada por los locales. Por Jesús López Segura / LA VERSIÓN NO OFICIAL

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Maurilio Hernández es desairado por el Gobernador, por Delfina y por Juan Rodolfo

Nadie quiere a Maurilio Hernández. El presidente de la Junta de Coordinación Política de la histórica sexagésima Legislatura Mexiquense es un factor de discordia para la Cuarta Transformación en el Estado de México, entidad clave para el futuro político del lopezobradorismo nacional.

Un Foro Regional para analizar el Plan Nacional de Desarrollo, convocado por los diputados federales, es desdeñado por un Gobernador priista emblemático, heredero del peñismo, a pesar del trato respetuoso que le ha brindado el Presidente de la República, debido a la incómoda posición en la que lo pone un colaboracionismo tan extremo de Maurilio Hernández que ruboriza cualquier posibilidad de acercamiento del mandatario que pudiera ser interpretado como una traición al Presidente.

Pero Maurilio también fue desdeñado por Delfina Gómez y por el alcalde morenista de la capital, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, lo que en política significa un golpe letal.

El diputado de marras ya había sido despreciado anteriormente por Delfina, la superdelegada de AMLO en la entidad y mujer de todas sus confianzas y afectos, cuando convocó recientemente a una reunión con José Ramón López Beltrán, el hijo del mandatario que movía los hilos de la sucesión anterior en el Estado de México.

Ahora -ya con su padre como Presidente- la presencia de José Ramón López despertó sospechas de nepotismo, y de planes ocultos para darle un sentido electorero a los programas sociales del Presidente, lo que enfureció a don Andrés y alimentó la maledicencia de los exiguos panistas de la entidad.

El desdén de Delfina se interpretó entonces como una muestra de prudencia política. Pero su nuevo desaire de no presentarse a la reunión de ayer con los diputados, habla ya claramente de una confrontación abierta con quien ha preferido jugarle las contras a Morena y “acordar” con un Gobernador que lo desprecia públicamente.

A Maurilio ya no lo quiere nadie. El hecho de que la plana mayor del Legislativo federal consintiera que el evento en la entidad se celebrara bajo el cobijo de la Universidad Autónoma del Estado de México, agredida en forma brutal por Maurilio, habla de un inequívoco intento de desagravio a nuestra máxima casa de estudios.

El periódico Reforma señalaba en la columna “Templo Mayor” de F. Bartolomé del martes 9 de abril, que 11 legisladores -de un total de 36-, “entregan moches hasta de la mitad de su dieta al líder de su bancada, quien también es presidente de la Junta de Coordinación Política, Maurilio Hernández“.

Estamos hablando de casi 363 mil pesos mensuales los que recoge el diputado que, lejos de representar un factor de “coordinación política” en la paralizada legislatura local, lo es de fragmentación y discordia, por lo que urge que sea relevado de una posición a la que denigra.

“La situación del líder de la bancada de MORENA, es simplemente insostenible. No hay día en que no sea señalado por negociar con el PRI las iniciativas que envía el gobernador Alfredo del Mazo Maza“, señalaba recientemente el portal Política y Estilo. “Los rumores dicen, que de su negociación, también recibe mochada”.

“¿Qué dice la dirigencia nacional de MORENA ante este caso de corrupción?” se preguntaba en abril el portal de referencia.

La respuesta podría ser que, recientemente, 32 de los 36 diputados de Morena en el Congreso local fueron sancionados por la Comisión de Honorabilidad y Justicia del Comité Ejecutivo Nacional del Partido por haber traicionado con su voto las promesas del Presidente López Obrador de no aumentar ni crear impuestos, al haber sido inducidos por Maurilio Hernández para incrementar el pago de refrendo de placas, como muestra de un colaboracionismo tan burdo que ni siquiera alcanzó para que la Secretaría de Finanzas del Gobierno estatal liberara los recursos del Fondo Estatal de Fortalecimiento Municipal (FEFOM) correspondiente al ejercicio fiscal 2019.

El diputado local por Morena Faustino de la Cruz, integrante de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales de la Legislatura local, acusó que la retención irracional de esos fondos -que mete en serios aprietos a las administraciones municipales-, “puede ser un intento de revancha política contra municipios gobernados por Morena, luego de que el grupo parlamentario obligara a la Secretaría de Finanzas a redefinir reglas de operación para el reemplacamiento vehicular, con exención de pagos y descuentos para los contribuyentes”, según nota de Veneranda Mendoza en Proceso.

Pero lo cierto es que este forcejeo entre Finanzas del Ejecutivo y la Fracción parlamentaria mayoritaria del Legislativo, que tiene paralizadas innumerables obras de los ayuntamientos (y no solo morenistas) en la entidad, tiene un claro responsable que ha malinterpretado por completo la actitud públicamente caballerosa del presidente López Obrador con el gobernador del Mazo. Este personaje piensa que la Cuarta Transformación en el Estado de México significa convertir a los diputados locales en lacayos del gobernador.

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