“No vamos a cambiar la estrategia en materia de Seguridad”: AMLO
El martes 24 se registraron 118 asesinatos, la segunda cifra más alta en el sexenio
LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
Como si tratara de un plan siniestro para enloquecer al pueblo de México, para sacarlo de sus casillas u obligarlo a aceptar la desgracia como algo natural, se le expone a vivir entre dos corrientes contrapuestas de comunicación absolutamente bipolar: Por un lado, la crónica cotidiana del horror, de las matanzas, de los atracos, de las desapariciones y feminicidios, y no solo por cuenta de los medios hegemónicos o tradicionales, sino también con una indignación creciente en la redes sociales. Por otro lado, el discurso inamovible del Presidente López Obrador en el sentido de que “ya se empiezan a recoger los frutos de los abrazos”.
“No vamos a cambiar la estrategia en materia de Seguridad -dice el mandatario ante el intento de cuestionamiento por cuenta de Meme Yamel, una hasta hace poco aparente incondicional del obradorismo-. Al contrario, quienes deben reconocer que se equivocaron y que los errores en política son como crímenes, en el mejor de los casos, son nuestros adversarios. Es un debate de fondo porque yo sostengo que el humano no es malo por naturaleza, son las circunstancias las que llevan a muchos a desarrollar conductas antisociales. Yo y mi circunstancia”.
“El pensamiento conservador no comparte esto. Cuando yo dije “abrazos y no balazos“, se rieron y lo siguen haciendo. No funciona la ley del Talión. El ojo por ojo y diente por diente. Nos quedaríamos todos tuertos y chimuelos. LA PAZ ES FRUTO DE LA JUSTICIA. Y algo que ayuda mucho es mantener valores y principios. Aceptar que solo siendo buenos podemos ser felices. No les gusta a Aguilar Camín y Silva Herzog. Tenemos que fortalecer los valores que ya existen en nuestro pueblo”.
El lunes pasado, el Gobierno federal dio a conocer su reporte de delitos, con corte al 30 de abril, y afirmó que había logrado una disminución del 17 por ciento en homicidios dolosos. Sin embargo, la crisis de esta semana revela que persiste el problema, dice una nota de Reforma, un diario independiente y con capacidad crítica que ha sido atacado brutalmente por el Presidente López Obrador, mediante una campaña sin precedentes.
En 41 meses de Gobierno tenemos 121 mil homicidios dolosos“, alertó Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano.
“Duplicamos las víctimas del sexenio de Calderón para el mismo periodo. Tenemos 60 por ciento más respecto del sexenio de Peña Nieto. Es evidente que las cosas van a seguir empeorando. Este será el sexenio más violento en la historia de nuestro País con las autoridades más incompetentes”.
Dos discursos contrapuestos. Ambos aparentemente sustentados con datos duros. El mandatario exhibiendo sus grafiquitas en la Mañanera con inflexiones notables en el crecimiento de los delitos de alto impacto a partir del año de su arribo al poder, lo que refleja con claridad, según argumenta, que si no se han logrado abatir las terribles cifras de inseguridad que el neoliberalismo impuso a los mexicanos, sí al menos se ha frenado el crecimiento de las mismas.
Por el otro lado, el terror de noticiarios que dedican ya casi la totalidad de su tiempo a la nota roja, a los crímenes más horrendos. A los detalles íntimos de feminicidios escogidos cruelmente para ilustrar la masacre de mujeres que nunca se acaba (diría hoy Mike Laure).
