Acapara Mario Delgado posiciones clave (Organización y Finanzas) en el Comité de Morena
Prácticamente se reelige hasta el 2024. El plan, que ya no sea “de izquierda” y prohibir la disidencia y la crítica interna
El principal resultado del Congreso nacional celebrado este domingo en la Ciudad deportiva fue la ampliación del período en la dirigencia de Mario Delgado y su secretaria general, Citlalli Hernández, así como un nuevo presidente del Consejo Nacional, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo.
A la media noche del sábado, un “aviso urgente” determinó que, de madrugada, el nuevo comité nacional quedó electo: Dos afines de Mario Delgado quedaron al frente de las secretarías más importantes, la de Organización, para Alejandro Peña, y la de Finanzas para Javier Cabiedes, quien repitió en la posición.
Cabiedes ha sido el tesorero de Mario Delgado, con un manejo presupuestal de más de 5 mil 543 millones de pesos sólo en 2022, el monto más alto asignado a un partido político en la historia, en tanto, Alejandro Peña, es uno de los padroneros de la “4T”, identificado originalmente como brazo derecho de Gabriel Hernández, quien integró el ya obsoleto padrón del partido y, en la primera parte de la administración federal, el padrón del Bienestar.
Desde tiempo atrás Mario Delgado había querido deshacerse de Xóchitl Zagal para echarle el guante a los cuantiosos recursos de los programas sociales y manejarlos desde la Secretaría de Organización. Parece que se le ha concedido su deseo.
La diputada Andrea Chávez asumió la secretaría de Comunicación, parte del grupo formado por el exsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta así como de algunos operadores de redes sociales, plenamente delgadistas.
Adriana Grajales, secretaria de las Mujeres; Alejandro Porras, secretario de Jóvenes; Almendra E. Negrete, es secretaria de la Diversidad Sexual; Bxido Xisije Jara, de Pueblos Originarios; Carlos A. Castillo, de Movimientos Sociales; Nalleli Pedraza, de Mexicanos en el Exterior y, Tomás Pliego de Arte y Cultura.
Si con este equipo logra Delgado el propósito explícito de convertir al partido en el poder en uno que ya no se define como de izquierda y donde se prohíben la disidencia y la crítica interna, estamos frente a una monumental regresión del equipo gobernante, que empezaría poco a poco a mostrar su verdadero rostro conservador.