Cede PRI candidatura presidencial al PAN a cambio de entregar el Edomex a Morena

Se formaliza la alianza prianperredista en torno a un bulto electoral. La mafia peñista puede dormir tranquila
LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
Molesta mucho a los priistas de la vieja guardia en el Estado de México -con quienes alguna vez mantuvimos una buena relación-, pero también a los juniors que aparecen en las estructuras de campaña de Alejandra del Moral, que mencionemos que todo parece estar arreglado para -o en proceso de- entregar la plaza al Presidente López Obrador, a cambio de impunidad no solo para los altos jerarcas del saqueo peñista y sus secuaces de otros partidos “aliancistas”, sino para las amplias estructuras de operadores de medio pelo que amasaron fortunas discretas o escandalosas, a lo largo de casi un siglo de dominación hegemónica.
López Obrador tiene en la mira de un proceso judicial fast track a Salinas -con la amenaza de reabrir el caso Colosio-; a Peña -con el larguísimo estiramiento del asunto Emilio Lozoya-; a Calderón (y ya lo platicó con Biden) con el caso García Luna; y finalmente a Alito, con la posibilidad de desaforarlo y hacer efectivas todas las autoinculpaciones que Layda Sansores ha exhibido públicamente sobre la monstruosa corrupción de un dirigente priista cien por ciento cara dura.
Por eso Alfredo del Mazo optó por un bulto electoral -con todo respeto- que no sabe hablar de otra cosa que de la Tarjeta Rosa y de que “hay tiro”, entre otras declaraciones intrascendentes o cínicamente complacientes con la abrumadora evidencia de corrupción de un partido que debería empezar por ofrecer disculpas, como seguramente lo habría hecho una candidata electoralmente potente como Ana Lilia Herrera.
Por eso dominarán la estructura de campaña de la espectacularmente anticipada Ale del Moral agentes descarados de la corrupción peñista como Erwin Lino y operadores políticos del compadre incómodo como Alejandro Ozuna, o precandidatos frustrados del delmacismo como Elías Rescala, para garantizar la entrega de la plaza a cambio de impunidad y una embajada para su jefe.
La maestra Delfina Gómez cabalga en caballo de Hacienda y no habrá poder humano que la descarrile, al menos desde las filas de conservadores nostálgicos del saqueo que tiran toneladas de basura que andan cargando debajo de la alfombra. Ya veremos si el indudablemente hábil Juan Zepeda repite la hombrada de la elección anterior y se avienta realmente a rebasar a los morenistas por la izquierda, explotando la debacle irreversible de un conservadurismo históricamente derrotado, y adelantándose a los tiempos del inminente declive del obradorismo, hacia una tercera vía que sea más congruente con las verdaderas banderas de la izquierda mundial.
Don Andrés será respetado siempre por haber derrotado a los neoliberales salvajes que hicieron de las suyas durante 3 décadas de entreguismo y saqueo brutal -desde Salinas, hasta Peña-, pero tendrá que ser relevado por la continuidad necesaria de un movimiento que se deje de abrazos a criminales y emprenda una lucha judicial auténtica contra los corruptos del pasado prianperredista y del presente de un morenismo saturado de simuladores oportunistas.
Ya columnistas nacionales de la talla de Julio Hernández López comienzan a sumarse a la hipótesis de que para garantizar la impunidad de Alito -esa suerte de Al Capone de la política mexicana- y de Enrique Peña y sus secuaces del Grupo Atlacomulco -el principal saqueador de los bienes nacionales en toda la historia del país, incluida la etapa colonial-, se han resignado a entregar la joya de la corona electoral, es decir, el Estado de México, a cambio de que sean olvidadas oficialmente sus fechorías:
“A propósito de peñismo, y de otros ismos avenidos en diversos grados en el llamado Grupo Atlacomulco, hoy se espera la confirmación de la candidatura priista (con PAN y PRD como acompañantes) de Alejandra del Moral para gobernar el Estado de México. ¿Carta marcada, para simular pelea y finalmente perder, en arreglo o no, ante la morenista Delfina Gómez?”, se pregunta Astillero a riesgo de ser calificado de idiota por periodistas ambiguos de la entidad mexiquense.
“El quid del asunto es el papel que jugará el gobernador Alfredo del Mazo en cuanto a su lealtad y compromiso con el Revolucionario Institucional, o si de plano cederá la plaza a cambio de una embajada como ya ocurrió con otros mandatarios del tricolor y del PAN“, plantea Alejo Sánchez Cano en su columna de El Financiero.
“Nos hacen ver que, tras el resurgimiento de la alianza nacional de Va por México, el ganón será el presidente priista Alejandro Moreno. El PAN y PRD no solo lo perdonaron, sino que hasta le cederán que sean priistas los candidatos a las gubernaturas del Estado de México y Coahuila. Además, tras impulsar la reforma que los fracturó, para ampliar la presencia del Ejército en las calles, el campechano se libró, hasta ahora, de la persecución en su contra y de las investigaciones por presuntos desvíos de recursos. Alito, incluso, también se ha librado, al menos por el momento, de su desafuero, que sigue atorado en San Lázaro y con pocas posibilidades de que camine. La condescendencia de azules y amarillos hace recordar a algunos la declaración que hizo don Alito el 12 de diciembre, cuando afirmó que el PAN y el PRD “no pueden solos, sin el PRI, no ganan elecciones”. Y aunque algunos dicen que el PAN recibió a cambio del Estado de México y Coahuila, las candidaturas para la jefatura de Gobierno de la CDMX y la presidencial, esas son para 2024, y nadie puede saber lo que pasará entonces”, dice Bajo Reserva, de El Universal.