Hace berrinche Adán Augusto. Claudia la riega, ¡por tercera vez, con tremendo acarreo!
Parece que el único que no está al borde de un ataque de nervios es Marcelo ¿por qué?
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, se reunió con el Presidente Andrés Manuel López Obrador en una visita nocturna a Palacio Nacional, el jueves pasado, en la que ratificó su compromiso de trabajar siempre junto a su paisano: “Como siempre, mi compromiso es trabajar junto a él”.
Luego de algunas declaraciones a la prensa que generaron dudas, en las que incluso mencionó que no renunciaría al cargo para irse a la aventura corcholatera, porque esperaba que el mandatario lo destituyera, ¿como una forma muy desatinada de sugerir que lo impulsara como “tapado“?, terminó confirmando que siempre sí renunciará y se registrará como aspirante a Coordinador de Defensa de la Cuarta Transformación. Sin embargo, su equipo de prensa informó que ¡no podrá acudir personalmente al registro, por lo que enviará a un representante en su nombre!, lo que puede interpretarse como un berrinche por haber sido lanzado a la aventura de una encuesta en la que tiene pocas probabilidades de ganar.
Cuestionado por EL UNIVERSAL sobre si se retiraría de la contienda, el titular de Gobernación rechazó rotundamente esa posibilidad, respondiendo que eso es “absolutamente falso”.
Mientras tanto, otra de las corcholatas que se siente la elegida de antemano, Claudia Sheinbaum, sigue cometiendo graves errores, como el de haberse expuesto regañando al gobernador de Sonora por las presiones de presuntos marcelistas, en la reunión del Consejo Nacional de Morena, el domingo pasado, que le exigían a gritos “piso parejo”, primero, y luego por haber impuesto en la escena del destape de Martí Batres para sustituirla -ordenado por el Presidente-, a su preferido para relevarla en el cargo, Omar García Harfuch (con una dama de relleno).
Pues su tercer error, que confirma lo planteado aquí en el sentido de que se encuentra al borde de un ataque de nervios, fue violar todo el espíritu de los acuerdos del Consejo, acarreando a unas 80 mil personas para despedirla desde todas partes de la República en camiones (según varias notas periodísticas), cuando el compromiso es con la más absoluta austeridad, sin acarreados y sin uso de recursos públicos, o de otra índole ilegal.
En contraste, Marcelo navega con absoluta tranquilidad, siempre con una sonrisa y prodigando expresiones que denotan gran seguridad en su proyecto. “No se preocupen. Todo va a estar bien”.