La Familia Michoacana toma rehenes en Texcaltitlán. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
AMLO abdica al uso de la fuerza legítima del Estado, y califica al Papa Francisco como el más grande “líder político”
En un episodio que ha mantenido en vilo a la población de Texcaltitlán, Estado de México, se revela que el cártel de La Familia Michoacana tiene al menos ocho rehenes en su poder, asegura en su columna de El Universal el periodista Carlos Loret de Mola y la conductora de Milenio TV, Azucena Uresti, en entrevista con el secretario de Seguridad de ese municipio mexiquense, Isidro Cortés, entre otros.
Según informes de la Fiscalía del Estado de México, los criminales exigen la entrega de cuatro personas identificadas como campesinos que se enfrentaron a ellos en un acto de hartazgo por las extorsiones, el viernes pasado, nota que ha dado la vuelta al mundo porque pone en jaque las cuentas alegres del Presidente López Obrador en materia de Seguridad.
Entre los rehenes -explican los periodistas referidos-, se presume que hay al menos dos niñas menores de edad, de 13 y 11 años, así como seis adultos. Sin embargo, existen sospechas de que la cifra real podría ser mayor, incluyendo personas de otras localidades cercanas.
A pesar de la gravedad de la situación, el gobierno ha mantenido un silencio absoluto sobre la existencia de rehenes en el área, con todo y que durante la conferencia matutina de ayer, el general secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, presentó un informe sobre el caso Texcaltitlán. Los testimonios de los pobladores y las denuncias de los campesinos han pasado desapercibidos hasta ahora, generando preocupación sobre la falta de acción gubernamental en medio de esta crisis.
Por su parte, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México dio a conocer que de las 7 personas lesionadas en el enfrentamiento del 8 de diciembre, 2 de ellas fueron sustraídas por sujetos armados del personal en el Hospital público de Coatepec Harinas, sin aclarar si se trataba de campesinos, o sicarios de La Familia Michoacana.
El sangriento episodio de Texcaltitlán ha puesto en jaque la fallida política de Seguridad de los abrazos a la delincuencia, que se traduce en la práctica en una absurda estrategia pasiva de “hacer presencia sin confrontar a los delincuentes”, debido a la pseudorreligiosa arenga presidencial de que “la violencia no se puede combatir con la violencia”, lo que ubica al Estado “laico” mexicano en un difícil predicamento de abdicar a ejercer su atribución fundamental que, de ninguna manera, es opcional.
No extraña entonces que, esta mañana, don Andrés haya exclamado -al ser interrogado sobre la carta que le mandó al Papa por medio de la gobernadora de Quintana Roo-, que “Francisco es el líder político más importante del mundo“, lo que revela un confusión mental del mandatario que le ha costado la vida, en 5 años, a 172 mil compatriotas, víctimas de la abdicación presidencial al uso de su fuerza legítima contra los criminales, desperdiciando las costosísimas instalaciones militares y las numerosas huestes de soldados improvisados en tareas de Seguridad como meros “extras” para un “efecto de demostración”, pensando errónea y trágicamente que su sola presencia, temporal -porque invariablemente abandonan las plazas para ser enviados a otros “focos rojos”-, inhibirá a una delincuencia cada vez más retadora y desafiante, porque se siente protegida por un Estado que se limita, simple y llanamente, a observarlos.