sábado, septiembre 7

El de AMLO ¿un militarismo castrado? LA VESIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

0
191

Crisis Group: AMLO deja trabajar a criminales a cambio de que no enfrenten a militares y desaparezcan cadáveres

Don Andrés está que se lo lleva el demonio. Todos los días arremete contra Anabel Hernández pero sin dignarse a mencionar su nombre, se refiere a ella, entonces, como “esa señora … que nos acusa de haber recibido dinero de narcos ¡pero sin aportar una sola prueba!”.

Y es que “El Supremo”, como apoda Guillermo Sheridan al Presidente, está tan convencido de su superioridad y fortaleza moral, que simula no recordar el nombre de aquéllos que osan atacarlo, lo que, en su febril imaginación, reducirá a cenizas la potencial notoriedad de sus críticos más odiados.

“Otra cosa graciosa -dice Sheridan-: cuando [AMLO] está enumerando vicios y maldades de reaccionarios y, para enfatizar cuánto los desprecia, finge no recordar su nombre. Entonces se lo pide a su Cacarito[Jesús Ramírez]. Una breve pausa como señal de desprecio a quien, para su gusto, es basura y no amerita la gloria de figurar en su memoria, tan atareada en salvar al mundo”.AMLO y Azucena Uresti

Si tanto le acongoja al fugaz inquilino del Palacio Nacional que lo acusen de narcopresidente ¡y encima sin presentar una sola prueba!, como dice, ¿por qué se zambulle en el pantano mediático para dirimir ese conflicto y no lo lleva al terreno judicial, de modo que no quede duda alguna de su presunta inocencia?

La respuesta a esa interrogante nos da la clave para entender, a cabalidad, el fracaso rotundo de su compromiso con la pacificación del país: La libertad.

Dijo hoy el mandatario -como tantas veces lo ha repetido pero hasta hoy se entiende la trascendencia de ese planteamiento presidencial- que jamás va a reprimir directamente a nadie, porque todos, todos, todos, somos libres. Cuando le preguntaron qué onda con los desmanes de los maestros de la CNTE, respondió que, cuando menos, quiere llevarse el orgullo de que jamás coartó la libertad de nadie durante su mandato.CNTE frena a AMLO

Ello significa que nunca canceló una concesión de Radio y TV. Jamás pidió directamente la cabeza de algún periodista, solo los insultaba a diario pero únicamente para dar vigencia a su “derecho de réplica”. Ya si los dueños de los medios asumían la iniciativa “eso ya sería otro pedo” como dirían los insaciables amigos de Andy y Bobby. Tampoco expropió empresas con contratos leoninos que saqueaban la riqueza del país. No le aumentó los impuestos a los megamillonarios, pues se conformó con presionarlos para que pagaran lo que debían. Y un larguísimo etcétera que avala su compromiso indeclinable con la libertad.

Pero -y he aquí el meollo de mi alegato- jamás coartó tampoco la libertad de los criminales que se dedican al oficio de extorsionar, robar y matar a la población inerme, porque está convencido de que, con el tiempo, iba a lograr que modificaran, espontáneamente, su conducta antisocial, pues siempre ha estado convencido (junto con Rousseau) de que “el hombre es bueno por naturaleza”. Por eso los abrazos a los delincuentes.AMLO y mamá de El chapo

Los priistas adoptaban a un cártel de las drogas que les garantizara paz social y, en el caso de Salinas, al menos, les regresara una fuerte tajada del negocio, lo que le permitió al Innombrable, a través de su hermano Raúl, emisario con el narco, tener suficiente cash para comprar líderes sindicales, periodistas y adquirir las empresas paraestatales a través de prestanombres. Así logró mantener el business dentro de límites de relativa civilidad y se convirtió, paralelamente, en uno de los hombres más ricos del mundo. Salinas solo combatía a los grupos criminales adversarios de su cártel favorito, o socio, para dar la impresión de que había una “lucha contra el narco”.

Zedillo -asqueado con el asesinato de Colosio– decretó una sana distancia respecto de su partido y sus estrategias con el narco. Se concentró en preparar el terreno para el arribo de la oposición, honrando el compromiso de Salinas con los gringos, como requisito para la firma del TLC, de establecer el bipartidismo efectivo en el país. Así llegó Fox y como se la pasaba marihuano y con Prozac pues se le fue el avión con la estrategia de seguridad y ahora tiene que andar haciendo malabares para satisfacer el ansia consumista de su señora.Colosio y Carlos Salinas

Pero con Calderón, aficionado más bien al alcohol y con prejuicios muy mojigatos e irracionales con la mota y la coca, aparte del pánico a un levantamiento popular por haberse robado, haiga sido como haiga sido, la elección, le dio un giro espectacular al asunto, llevando la estrategia absurda del prohibicionismo que inventó Nixon y pateó el avispero, inaugurando el genocidio de todos conocido que “el licenciado Peña Nieto” continuó, porque le daba el escenario de terror requerido para llevar a cabo el saqueo de los bienes nacionales que caracterizó su gestión.

Quien realmente esté interesado en dilucidar qué es lo que ha hecho Andrés Manuel López Obrador con su política de Seguridad -la peor de todas las anteriores, porque se trata de un militarismo castrado- debe atender los resultados del trabajo que realizó la organización internacional Crisis Group y que recoge la revista Proceso en esta jornada informativa, más o menos en los siguientes términos:AMLO militariza México

Contrario a sus predecesores, López Obrador ha sido reacio a confrontar directamente a los grupos criminales, siguiendo su estrategia de “abrazos y no balazos”. Según el informe, en varias regiones los militares han instaurado una especie de acuerdo tácito en el que no interfieren en los asuntos de los cárteles siempre y cuando se respeten ciertas reglas, principalmente evitar enfrentamientos con militares y no exhibir cadáveres en público. Cuando estas reglas se infringen, el Ejército interviene con firmeza.

Esta estrategia ha tenido dos efectos colaterales. Primero, para evitar la aparición de cuerpos en espacios públicos y reducir las estadísticas oficiales de homicidios, los cárteles han incrementado la desaparición de cuerpos, escondiéndolos en fosas clandestinas. Este fenómeno explica el aumento sustancial de personas desaparecidas desde 2019. “Esconder las víctimas de asesinato ha sido una manera de evitar represalias de las autoridades”, subraya el informe, destacando que en Sinaloa la tasa de desapariciones ya supera a la de homicidios.Jorge Ramos, desaparecidos en México

Para asegurar sus ingresos ante la legalización de la marihuana en Estados Unidos, los cárteles han desarrollado la producción de Fentanilo y expandido la extorsión, la extracción de recursos naturales y han asumido el control de migrantes y cadenas de distribución de bienes básicos, ante la mirada permisiva y complaciente -por órdenes superiores- y en muchos casos la complicidad abierta de los militares.

Crisis Group plantea que los homicidios se mantienen en niveles históricos, las desapariciones han aumentado significativamente, y el gobierno no ha desmantelado las estructuras de corrupción que alimentan la violencia. El Presidente minimiza la situación, atribuyendo los informes de violencia a “ataques políticos del grupo conservador”.

El informe descarta un cambio radical en la política de seguridad a corto plazo, advirtiendo que un retiro precipitado del Ejército podría desestabilizar áreas controladas por cárteles armados. “El mejor punto de partida sería reconocer que el Estado necesita una limpieza profunda”, concluye Crisis Group.

Comments are closed.