¡Morena simuló quorum en votación de reforma judicial!: Ivonne Ortega
La hoy emecista sostiene que Morena usó a choferes y empleados para completar un quorum inexistente
La diputada Ivonne Ortega, del partido Movimiento Ciudadano, denunció irregularidades durante la votación de la reforma judicial en la Cámara de Diputados. Ortega acusó que Morena, el partido en el poder, sustituyó a varios de sus diputados por personal de apoyo como choferes, para asegurar el quórum necesario y forzar la aprobación. A pesar de las peticiones para verificar la asistencia real, el presidente de la mesa directiva, Sergio Gutiérrez Luna, ignoró las solicitudes, lo que desató acusaciones de manipulación del proceso legislativo. Ortega alertó sobre los riesgos de entregar un país en caos a la próxima presidenta.
Por otro lado, la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, reaccionó ante las crecientes presiones sobre la independencia judicial y la controversial reforma al iniciar una consulta con el Pleno del Tribunal. La ministra busca determinar si es posible frenar el proceso de reforma antes de que concluya el ciclo legislativo, argumentando la necesidad de un diagnóstico integral del Poder Judicial Federal. Esta medida, apoyada por jueces y magistrados, subraya la preocupación de los juzgadores por preservar la autonomía judicial y evitar que la reforma socave sus facultades. No obstante, la ministra Lenia Batres, designada para evaluar el caso, ha mostrado una postura favorable a la reforma, sometida como está a los designios del Presidente López Obrador, lo que añade más tensión a la resolución.
Finalmente, Claudia Sheinbaum, presidenta electa, ha adoptado una postura inflexible al respecto. Enfrentada a las protestas que se multiplican por todo el país, Sheinbaum afirmó categóricamente que “no hay posibilidad de echar para atrás la reforma”. En su visión, la voluntad del pueblo de México, expresada en las elecciones de junio, es incuestionable y, según ella, no debe ser desafiada por unas pocas personas en el Poder Judicial. Sheinbaum defiende que la reforma, que permitirá que jueces, magistrados y ministros sean electos por voto popular, fortalece la democracia en México, aun cuando sectores críticos alertan sobre el riesgo de politizar la justicia. Tanto ella como AMLO eluden considerar la más reciente encuesta de El Financiero donde la mayoría rechaza la reforma.
O doña Claudia Sheinbaum está pésimamente informada sobre las gravísimas consecuencias que tendrá para su inminente inicio de gobierno una reforma judicial planeada no para mejorar la administración de justicia –pues ignora la desastrosa labor de ministerios públicos y fiscalías, especialmente la general de la República–, o se encuentra maniatada y prácticamente secuestrada por quien prefiere hacerla fracasar para “verse obligado” a romper con sus promesas (una vez más) y a mantenerse en el poder, según una tesis aparentemente descabellada que, sin embargo, va ganando adeptos por la escandalosa obsesión del todavía presidente López Obrador en aguar una fiesta que podría haber marchado como miel sobre hojuelas.