lunes, octubre 14

Advierte AMLO que Sheinbaum es de mano dura. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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“Yo soy fresa, soy moderado”, para quienes piensan que podrán manipularla o que le dará miedo

Con el aire triunfalista de quien se siente orgulloso de la lealtad absoluta de sus creaturas, López Obrador, aún presidente por un puñado de días, celebraba que su sucesora hubiera cometido la primera pifia de su gobierno en política exterior. Humilló públicamente al Rey de España, Felipe VI, al declarar que lo excluía de la invitación a su toma de protesta porque no respondió la carta de López Obrador exigiendo disculpas por las atrocidades y el saqueo durante la colonización de México.

“Yo soy fresa, soy moderado” en comparación con Claudia Sheinbaum, dijo López Obrador esta mañana, “tirando aceite”. “Quienes crean que podrán manipularla o que le dará miedo, no, no, no. Que no piensen en eso. Estos se tienen que aplacar, tranquilizar… Yo no voy a tener comunicación con ella. Voy a dejar el internet, el teléfono, las redes sociales. Ella es muy capaz. No la subestimen. Es más que mujer de Estado, mujer de nación. ¡Es más que estadista!”.

Claudia es de mano dura. Yo soy fresa, soy moderado, aseguró AMLO

Claudia Sheinbaum es de mano dura. Yo soy fresa, soy moderado, aseguró AMLO

Según datos del gran columnista Salvador García Soto (“Mal empieza la política exterior de Sheinbaum”, El Universal), de los 228 jefes de Estado invitados, solo 16 aceptaron acompañar a esta mujer que “es más que estadista”, es decir, el 8% del total de convocados. “Ningún jefe de Estado de Europa, Asia, África u Oceanía. Ninguno de los líderes de nuestros socios en el TMEC (apenas vendrá la esposa de Biden), ni de las principales potencias económicas. Tampoco a nivel de jefes de Estado del mundo árabe, y mucho menos de Israel“.

Exactamente igual que Delfina Gómez, quien en su primer informe de gobierno cometió el exceso de poner a López Obrador al nivel de héroes nacionales como Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero y Cárdenas (le faltaron, desde luego, Zapata y Villa), Sheinbaum se apresuró –seguramente sin consultar a Juan Ramón de la Fuente— a prodigar loas, quemar incienso y rendir culto a la personalidad de AMLO. Esto, insultando al Rey Felipe VI, es decir, al jefe de gobierno y jefe de Estado de nuestro tercer socio comercial, pese a que la prudencia más elemental y el mínimo de responsabilidad (como la que López ruega a los narcotraficantes) dicta que un nuevo gobierno debe renovar su política exterior, tal como el propio Presidente adelantó que haría su sucesora.

Ya que AMLO se considera “fresa” y “moderado” en comparación con Sheinbaum, vale la pena preguntarse si el segundo piso de la 4T incluirá que la nueva Presidenta exija al gobierno de Estados Unidos disculpas por la canallada histórica de habernos robado prácticamente la mitad de nuestro territorio; y al gobierno alemán, por el holocausto; o al ruso, por las atrocidades de Stalin, incluido el asesinato de León Trotsky en nuestro territorio.

En una de sus últimas jornadas propagandísticas matutinas, don Andrés hizo un llamado al pueblo de México para apoyar a Claudia Sheinbaum. Suscribo con toda el alma ese llamado.

Hay que respaldar a la nueva Presidenta para que tenga el coraje de desembarazarse del tutelaje de su creador. Para que se decida de una vez por todas –no ahora, lo entiendo, pero en cuanto tome las riendas del poder–, a cumplir su responsabilidad histórica de gobernar para todos nosotros, respetando la pluralidad política, cultural, social y hasta racial de nuestro pueblo. Sin denigrar a los críticos y opositores políticos, sin insultar a los intelectuales y periodistas. Castigando, como es su obligación, a los criminales y dejando de empoderar a los militares con el pretexto absurdo de que son “pueblo uniformado”.

Sheinbaum debe desembarazarse de AMLO

Sheinbaum debe desembarazarse de AMLO

Entiendo que tanto Sheinbaum como Delfina (y muchos otros en semejante condición) estén muy agradecidas con quien las encumbró en la cima del poder. ¡Honren esa distinción desplegando un buen gobierno! Pongan perfectamente en claro que no es el agradecimiento el que las motiva, sino la convicción de que cuentan con los merecimientos y capacidad para desempeñar con dignidad el enorme reto.

Rectificar los gravísimos errores cometidos por su benefactor no significa traicionarlo. Muy por el contrario, abundar en la demagogia populista que ha sentado las bases para una tiranía las llevará a caer en los mismos vicios de sus antecesores, y perderán, inexorablemente, todo aquello por lo que dicen estar luchando: su inquebrantable lealtad a los principios más que a las personas, su honestidad y su amor al pueblo de México todo, excepto a los delincuentes organizados y de cuello blanco (incluidos militantes de Morena), quienes deberían estar en la cárcel.

¿Cómo es posible que Delfina Gómez haya permitido la reelección de un personaje como José Martínez Vilchis en el organismo burocrático de la “Transparencia” en el Estado de México, quien, como rector impuesto por el nefasto Grupo Político de Lerma, intentó robar a nuestra máxima casa de estudios, a la sombra, en la opacidad, unas camionetas, tal como denunció el muy eficiente y leal contralor interno Victorino Barrios, hoy atacado por mercenarios de la prensa que se acomodan al mejor postor?

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