2 de octubre no se olvida: Claudia Sheinbaum. AL GRANO. Por Jesús López Segura

Se dice hija del 68 (tenía 6 años) y presenta un excelente video sobre la masacre ordenada por Díaz Ordaz
Fue conmovedor ver esta mañana a la presidenta Claudia Sheinbaum, pedir perdón, a nombre del Estado mexicano, a todas las familias de las víctimas de la masacre perpetrada contra estudiantes y población que asistieron al mitin en la Plaza de las Tres Culturas el 2 de octubre de 1968, al tiempo que presentaba un estupendo videoreportaje de ese movimiento histórico que marcó la pauta para las luchas subsecuentes por las libertades democráticas en nuestro país que culminaron, según dijo, con la cuarta transformación impulsada por López Obrador.

Gustavo Díaz Ordaz responsable de la matanza de estudiantes del 2 de octubre
Los que vivimos en carne propia ver la puerta de nuestra preparatoria destruida por el bazucazo de los soldados, y no solo de oídas por lo que nos platicaba nuestra madre, a la tierna edad de 6 años, como cuenta, generosa, doña Claudia, o que marchamos detrás del rector Javier Barros Sierra, rodeados de granaderos, sabemos perfectamente que la orden de asesinarnos la dio un civil, el genocida Días Ordaz, pero la saña inaudita con la que nos torturaban los soldados era producto de su formación para la guerra, lo que los incapacita para labores de “seguridad pública”.
Por poco me vomito cuando vi esta mañana a Lord Molécula en las filas de la “conferencia de prensa” de la nueva presidenta, o cuando le dieron la palabra a Vicente Serrano para que le preguntara si, a diferencia de su mentor, ella piensa castigar a expresidentes sobre los que pesan gravísimas acusaciones de corrupción y de crímenes horrendos.

Estudiantes repudian la represión de estudiantes de 1968
No. Nosotros no vamos a hacer eso, respondió sin titubeos “la hija del 68“. Ni siquiera nos corresponde como jefa del Ejecutivo. En todo caso sería competencia del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.
La cifra exacta de asesinatos durante la administración de López Obrador, mientras operó la estrategia de “abrazos y no balazos” a la delincuencia, fue de 199 mil 619 personas, un promedio de 94 por día. De acuerdo con distintas fuentes, hubo, adicionalmente, entre 50 mil y 100 mil desaparecidos, muchos de los cuales deben ser asesinatos encubiertos bajo esa categorización.
En la matanza del 2 de octubre hubo entre 300 y 400 asesinatos de estudiantes y población en general (incluidos niños) que asistieron al mitin.

Estudiantes reprimidos por el Ejército en 1968
Cuando López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum plantean que no están militarizando al país, lo hacen justificando que ni él, ni ella, serían capaces jamás de ordenarle al Ejército que masacre a la población, en su carácter civil de jefes supremos de las fuerzas armadas. Al insistir esta mañana en que fue por orden de Díaz Ordaz que se efectuó esa terrible masacre del 68, como él mismo lo reconoció públicamente, tratan de exculpar a los soldados y a sus jefes militares de haber obedecido esa orden en forma tan brutal.
Cuando López Obrador ordenó a las fuerzas armadas y a la Guardia Nacional militarizada no hacer la guerra a la delincuencia, sino simplemente hacer acto de presencia para tener un efecto presuntamente inhibitorio, y observar cómo se matan entre sí y extorsionan y matan a la población, con el resultado de 200 mil muertos en números redondos, se está cometiendo un crimen de lesa humanidad mucho menos espectacular y dramático que el del 68, pero también más dañino porque además se maneja ideológicamente como “una estrategia eficaz que ha logrado revertir la tendencia” y patrañas criminales por el estilo.
Por eso la pregunta de Vicente Serrano es tan estúpida. ¿Sinceramente cree que la no hija, sino madre del Rébsamen y la línea 12, va a permitir que Gertz Florero juzgue a López Obrador por el genocidio que le hereda?

Con AMLO los asesinatos y desapariciones aumentaron
El hecho de que Claudia Sheinbaum haya sido miembro activo de la guerrilla colombiana del M19, pero desde lejos, no directamente en la lucha guerrillera, como lo reveló en conferencia de prensa acallada por los medios en México, el presidente Gustavo Petro, y que esta mañana se alineara de manera tan contundente con “los hijos del 68“, revela la enorme confusión ideológica de nuestra nueva mandataria y su consecuente tendencia a apegarse tan estrictamente a las enseñanzas de su mentor, como lo hacía con su madre.
Lo que tiene a su favor es su formación en la facultad de Ciencias y el hecho mismo ser mujer (no recuerdo a ninguna lideresa de corte fascista). Creo que es una persona sincera y bien intencionada que poco a poco va a ir cayendo en la cuenta de las mentiras y perversidades de su antecesor en el cargo, y se irá desembarazando de un legado que nada tiene que ver con las demandas del 68. Ya veremos.