lunes, octubre 21

Marcelo Pérez, sacerdote tsotsil, es asesinado a balazos en iglesia de Chiapas

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El obispo de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas dijo que la iglesia seguirá buscando la paz

El asesinato del sacerdote tsotsil Marcelo Pérez Pérez, a las afueras del templo del barrio Cuxtitali en San Cristóbal de las Casas, representa un nuevo golpe al ya frágil tejido social de Chiapas, donde la violencia ha alcanzado incluso a quienes, como el padre Marcelo, dedicaron su vida a la búsqueda de la paz y la justicia. Este crimen, cometido por hombres armados que dispararon desde una motocicleta, subraya el creciente clima de inseguridad en el estado, agravado por la impunidad y la falta de control sobre grupos criminales.

Marcelo Pérez no era sólo un sacerdote, sino también un ferviente defensor de los derechos humanos y un mediador en conflictos comunitarios. Su labor pastoral estuvo marcada por su participación en la denuncia de la violencia y la venta de drogas en Simojovel, así como su papel en el controvertido levantamiento del grupo Autodefensas del Pueblo El Machete en Pantelhó. A pesar de las acusaciones que pesaban sobre él respecto a la desaparición de 21 hombres en 2021, diversas organizaciones de derechos humanos salieron en su defensa, denunciando el intento de criminalizar su trabajo.

Asesinan en Chiapas a sacerdote tsotsil Marcelo Pérez

Asesinan en Chiapas a sacerdote tsotsil Marcelo Pérez

Este asesinato no es un hecho aislado, sino el reflejo de una realidad que ha venido escalando en Chiapas, donde la violencia, alimentada por el narcotráfico y los conflictos armados locales, ha llegado a límites insoportables. El propio sacerdote había advertido en septiembre, durante una peregrinación por la paz, que “ya no se aguanta” la situación de violencia en el estado.

La respuesta del gobernador Rutilio Escandón, condenando el crimen y prometiendo que no quedará impune, refleja una fórmula ya desgastada de promesas que rara vez se materializan en justicia. Mientras tanto, la Iglesia, a través del obispo de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, reafirmó su compromiso de seguir luchando por la paz “con verdad y con justicia”. Sin embargo, el asesinato de un líder tan emblemático como el padre Marcelo cuestiona seriamente la capacidad del Estado para garantizar dicha paz en una región cada vez más asfixiada por la violencia.

La muerte del padre Marcelo no sólo deja un vacío en la comunidad tsotsil, sino que también envía un mensaje de terror a todos aquellos que, desde la fe o la sociedad civil, se atreven a desafiar el statu quo de violencia e impunidad que reina en Chiapas.

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