22 estados, Nueva Jersey, el Distrito de Columbia y San Francisco, en la lista

Nueva Jersey, junto con 22 estados, el Distrito de Columbia y San Francisco, presentaron una demanda contra la orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que busca restringir la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos. La medida cuestiona la interpretación de la 14ª Enmienda de la Constitución, que garantiza la ciudadanía a todas las personas nacidas en el país.

Fin a la ciudadanía por nacimiento quiere Trump en EE. UU.

El fiscal general de Nueva Jersey, Matt Platkin, afirmó que los poderes presidenciales “no son absolutos” y que la orden contradice derechos constitucionales establecidos. Trump argumenta que la ciudadanía no debería aplicarse a hijos de migrantes en situación irregular, visitantes temporales o personas sin residencia permanente legal.

Contexto histórico y alcance de la medida

La ciudadanía por nacimiento, ratificada en 1868 tras la Guerra Civil, ha sido un principio fundamental de inclusión, aunque su aplicación histórica fue limitada, como con los pueblos indígenas antes de 1924. Trump busca reinterpretar este derecho, excluyendo a ciertos grupos, lo que afectaría tanto a los nacidos tras su implementación como a sus derechos de reconocimiento federal.

Impacto y reacción legal

Grupos defensores de los derechos migrantes han calificado la medida de inconstitucional. La ACLU y otras organizaciones ya han presentado demandas federales, argumentando que la orden vulnera derechos fundamentales. Casos como el de “Carmen”, una migrante con más de 15 años en EE. UU. y con un hijo en camino, ilustran el impacto humano de la medida, privando a generaciones futuras de su “plena membresía en la sociedad estadounidense”.

Incertidumbre para los migrantes que esperan el nacimiento de su hijo en EE. UU.

Análisis crítico

La orden ejecutiva plantea un desafío sin precedentes a derechos constitucionales consagrados, generando incertidumbre jurídica y política. Si bien el caso de Wong Kim Ark de 1898 estableció precedentes claros para los hijos de migrantes legales, la reinterpretación que promueve Trump podría redefinir el acceso a la ciudadanía, con implicaciones sociales, legales y económicas profundas.

Como corolario de su ostensible odio racista, Trump ordenó capturar a migrantes indocumentados en hospitales, iglesias y otros sitios antes considerdos como “santuarios”.